DIRECTOR DE UNO DE LOS FILMES MÁS TAQUILLEROS DEL AÑO

Álex de la Iglesia: "No creo que sea bueno utilizar el cine con una dimensión adoctrinante"

El cineasta bilbaíno ha presentado en los cines Palafox de Zaragoza su película 'El cuarto pasajero'

Álex de la Iglesia, este lunes, en los Cines Palafox de Zaragoza.

Álex de la Iglesia, este lunes, en los Cines Palafox de Zaragoza. / Jaime Galindo

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

Aunque tiene claro que “no será capaz de hacer una comedia romántica al uso por problemas de personalidad”, Álex de la Iglesia confiesa que ‘El cuarto pasajero’, una de las películas españolas más taquilleras del año, nació de un “reto”. El que le propuso Paolo Vasile que le dijo que no sería capaz de “hacer una comedia romántica”. Porque eso es lo que es ‘El cuarto pasajero’ ha insistido el cineasta en su visita a los cines Palafox de Zaragoza para protagonizar un coloquio con los espectadores.

Una producción que transcurre en un coche, en un bla bla car, algo que le confiere al filme directamente el sello de Álex de la Iglesia de lugares claustrofóbicos de los que no se puede escapar: “Lo divertido es jugar con el género y trastocarlo. Efectivamente, sigue siendo una película de encierro, es una película de personajes atrapados dentro de un coche y uno de ellos que parece que es una cosa y luego es otra. Todo ese juego hace que surja la comedia, bueno, espero, que sea una comedia”, reflexiona el director antes de acabar en una carcajada con su frase final.

"Generar situaciones imposibles"

Y es que el que cineasta que acaba de estrenar su película número 23 tiene claro que “lo interesante en una comedia es generar situaciones imposibles, de personajes enfrentados para que los diálogos tengan todo el juego que uno quiere. Si cuentas una comedia tradicional, los personajes van y vienen, pero en un coche en el que no puedes salir, parar e irte, te pueden preguntar por ti mismo y cada uno de alguna manera aporta su visión del mundo y los demás tienen que aguantarla y escucharle. Y eso provoca que la gente dé lo peor de sí mismo y lo mejor al mismo tiempo. Lo mejor para la comedia y lo peor para ellos, claro”.

'El cuarto pasajero', protagonizada por Blanca Suárez, Alberto San Juan, Ernesto Alterio y Rubén Cortada, parte también de una experiencia previa que tuvo el propio director cuando estaba preparando la película. Decidió coger un bla bla car, pero el resultado no pudo ser más decepcionante: “Una cosa es la vida y otra el cine. Cuando yo me monté en uno no pasó nada, no hubo ninguna situación límite. En la realidad la gente habla muy poco y tiene muy pocas ganas de comunicar y sacarle jugo a las cosas. Y en cuanto lo hacen es una verborrea insoportable y estás deseando que se callen, la comunicación es cada vez más imposible”, denuncia en voz alta el que fuera presidente de la Academia de Cine desde el año 2009 al 2011 y a la que no guarda rencor a pesar de que este año no ha recibido ninguna nominación su película a pesar del gran apoyo del público: “Normalmente, los Goya son una manera que utilizan la Academia y sus miembros para apoyar películas con una trayectoria más inestable que una película como ‘El cuarto pasajero’ y me parece magnífico. Es una manera de promocionar el cine que necesita promoción”, dice con contundencia.

Álex de la Iglesia le firma un cartel de 'Acción mutante' a un fan.

Álex de la Iglesia le firma un cartel de 'Acción mutante' a un fan. / Jaime Galindo

"Quiero hablar de los personajes"

Con respecto al mensaje que pueda esconder la película, el bilbaíno utiliza la contundencia que le caracteriza para responder a la cuestión: “Yo intento hacer películas en sí mismas para que el espectador disfrute con ellas y encuentre su mensaje pero no hay ninguna intención de adoctrinar. No me gustan las películas que terminan con una moraleja o que parece que te preguntan algo. Es más bonito que sea el espectador el que disfrute con lo que está pasando y ya está. Y luego puede completar la película con su manera de pensar o interpretarla. No creo que sea bueno utilizar el cine con una dimensión adoctrinante”, señala.

En cualquier caso, sí tiene claro que cualquier acto tiene un mensaje: “es imposible que una película, un texto, un documental o un artículo en un medio de comunicación no tenga un mensaje. Es imposible porque todo refiere a algo. Todo lo que haces tiene detrás una historia pero quiero decir que no tengo una intención de hablar de la sociedad o de decir que todos nos encontramos metidos en un atasco en la vida, quiero hablar de los personajes. Tú luego en casa vas a poder decir, entiendo a los personajes porque he sufrido una situación límite como ellos o igual mi vida es un tremendo atasco”, concluye.