Crónica de Sho-Hai en la sala Oasis: Estamos en el rap de por vida

Seamos claros y directos. Pocos raperos hoy en día están a la altura del concierto que puede ofrecer Sho-Hai. El viernes, en la sala Oasis de Zaragoza, dejó claro que, después de su tercer disco en solitario, no solo ha consolidado su propuesta como solista sino que ha elevado su puesta en escena en los directos hasta un nivel en el que la música y las rimas vuelan solas adquiriendo la importancia que deben tener en un concierto. Dicho de otra manera, a día de hoy, ver a Sho-Hai en concierto son casi dos horas de balas musicales, de cohetes que apelan directamente a un público que, sin duda alguna, profesa la religión del ritmo que les propone el MC de las Delicias.

Una foto para la Historia del rap

La Oasis acogió el primero de los dos conciertos de despedida de su gira (el otro será este sábado para el que se espera otro lleno) y si bien es cierto que llegaba con el espectáculo muy rodado tras meses de recorrerse salas, Sho-Hai, acompañado de W.Cheff a los platos y de Ossian a los coros, facturó una actuación rotunda en una clara demostración de lo que es el rap de toda la vida. Ni los nervios le jugaron una mala pasada a un MC que se le vio emocionado por momentos y que, no podía ser de otra manera, subió la temperatura de la noche cuando ya en la recta final invitó al escenario a Kase.O y, sobre todo, a RdeRumba y a Lírico en una imagen de los cuatro Violadores del Verso que ya forma parte de la Historia.

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Con respecto al repertorio, que casi era lo de menos en una noche como esta, Sho-Hai repasó su disco ‘Polvo’ con temas de altos vuelos como ‘Nada de nada’, ‘Luz escondida’, ‘Toro sentado’ y ‘Terapia’ pero también dio rienda suelta a temas como 'Vermú torero' con El Momo y a piezas de Violadores del Verso (incluido el ‘Vicios y virtudes’ o ‘Únicos’) en un remix para deleite del personal y su locura desatada. Y se dejó la traca para el final con ‘Viejos ciegos’ (con Xhelazz y el mencionado Kase.O) y un ‘Te pone bien’ que dejó satisfecho a un público cada vez más heterogéneo en sus conciertos.