A LAS 19.30 HORAS EN LA SALA LUIS GALVE

Andrea Motis (actúa en Zaragoza): "Sobrevivir en la escena del jazz no es nada fácil"

La trompetista y cantante barcelonesa presenta este sábado en el Auditorio de Zaragoza su disco 'Loopholes'

La trompetista y cantantante Andrea Motis (Barcelona, 1995) se ha convertido en una de las artistas de jazz de mayor proyección internacional.

La trompetista y cantantante Andrea Motis (Barcelona, 1995) se ha convertido en una de las artistas de jazz de mayor proyección internacional. / Clara Ruiz

Rubén López

Rubén López

Andrea Motis regresa este sábado al Auditorio de Zaragoza para presentar su último disco de estudio 'Loopholes', un álbum en el que la trompetista y cantante de jazz barcelonesa se ha vuelto a abrir a nuevas sonoridades fusionando su talento con el funk, el hip hop, la electrónica e incluso la cumbia. Así, su concierto de este sábado (19.30 horas) será más «bailable y energético» que los que ha ofrecido hasta ahora en el Auditorio, sin olvidar por supuesto sus guiños a clásicos del jazz. De hecho, hoy versionarán el mítico 'Summertime'. Motis estará acompañada en el escenario de la sala Luis Galve de otros cuatro músicos: Christoph Mallinger (guitarra, violín y mandolina), Pedro Campos (bajo), Arecio Smith (teclados) y Miquel Asensio (batería)

Motis, de 27 años, empezó como niña prodigio del jazz de la mano de Joan Chamorro y en sus comienzos apostó por realizar interpretaciones propias de temas clásicos del jazz. Sin embargo, con el tiempo ha ido explorando nuevos caminos musicales. Ya lo hizo en el disco 'Do outro lado do azul' (2019), en el que se dejó arrastrar por los ritmos brasileños, y lo ha vuelto a hacer ahora con 'Loopholes', un disco que se publicó en abril del año pasado.

«Este álbum ha sido una expedición musical porque me ha permitido seguir aprendiendo y experimentar unos conciertos más bailables y festivos», comenta Motis, que subraya que para nada es una música sencilla: «Está muy elaborada a pesar de ser tan rítmica. Yo he disfrutado mucho porque ha sido un reto musical sin dejar de lado nuestro interés por improvisar. Creo que en el fondo el disco tiene la huella de los tres que hemos hecho las canciones y las hemos producido (la propia Motis, Christoph Mallinger y Steph Kondert, que toca el bajo en el álbum)». 

La barcelonesa subraya que le sigue apasionando el jazz clásico y que lo va a seguir cultivando, pero reconoce que no va a dejar de experimentar y aprender cosas nuevas, una evolución constante que por otra parte es muy propia del jazz. «El jazz se ha fusionado con todos los estilos de música desde hace décadas y siempre sigue siendo interesante aprender de estas fusiones y ver por dónde podemos caminar».

La elección del título ('Loopholes', algo así como 'grietas por donde escapar') no es casual, ya que Motis ha seguido abriendo su universo sonoro en este disco autoproducido. Con todo, y según indica la barcelonesa, el resultado del álbum surgió de forma natural y con pocas ideas preconcebidas de lo que querían hacer, más allá de indagar en las influencias del hip hop y el jazz más moderno. «Todo surgió de forma orgánica en el estudio», asegura.

Solo una de las canciones del disco no es una composición propia: 'El Pescador', una cumbia de José Barros que Motis descubrió en un viaje a Chile y que ha adaptado al estilo del álbum. «Me parecía una canción muy poderosa y llevaba tiempo queriéndola versionar, pero hasta ahora no había encontrado el contexto adecuado», explica.

Nueve discos

A pesar de su juventud, Motis ya suma trece años de carrera profesional y nueve discos, siendo la primera artista catalana que logró grabar un álbum con la discográfica americana 'Impulse!', el mismo sello para el que grabaron John Coltrane o Charles Mingus.

La barcelonesa creció como músico e intérprete en la 'Sant Andreu Jazz Band', toda una referencia del género en España. «Estar diez años en la banda me ha proporcionado mucha experiencia y la oportunidad de tocar en directo. Creo que tener formación en una 'Big Band' es muy positivo porque te da una perspectiva general y te permite trabajar de forma distinta cuestiones como el tempo o la afinación», subraya Motis, que se ha convertido en una de las artistas de jazz de mayor proyección internacional.

Con claras influencias de clásicos del género como Armstrong, Hacket, Gillespie, y de intérpretes más modernos como Parker o Konitz, o cantantes como Ella Fitzgerald o Billie Holiday, la barcelonesa solo tiene buenas palabras para la salud de la escena del jazz actual: «Hay propuestas muy interesantes, con gente joven de una gran calidad que apuesta mucho por la fusión».

A contracorriente

El «problema», como apunta Motis, es que todo ello «no se ve acompañado por el público». «A nivel de salas y festivales tampoco hay mucho movimiento, por lo que sobrevivir en la escena del jazz no es nada fácil. Siempre tenemos que remar contra corriente», reconoce la catalana, que considera que el problema es que el género está muy poco presente en nuestro día a día. «El jazz no aparece en los medios ni en contextos comerciales, y es una pena porque yo creo que si su acceso fuera más sencillo y frecuente la gente consumiría este tipo de música. Me sabe mal decirlo, pero creo que al final la gente consume lo que le ofrecen», reflexiona.

Motis, que comenzó a tocar la trompeta con siete años, protagonizó en 2018 el documental 'La trompeta silenciosa', del director Ramón Tort. La cinta, candidata a los Goya, narra un momento único en la carrera de la barcelonesa: los meses anteriores a la grabación de su primer álbum en Nueva York: «Fue una gran experiencia y la grabación fue muy natural porque Ramón ya nos había acompañado en diferentes giras anteriormente. Creo que lo que representa el documental es la cotidianidad de la banda».

La trompetista, saxofonista y cantante barcelonesa ya divisa su nuevo disco, que espera publicar en el mes de noviembre. Un álbum en el que volverá a mirar hacia Latinoamérica, ya que estará compuesto por versiones de boleros y canciones clásicos del otro lado del charco como por ejemplo 'Noche de ronda'. «Los hemos grabado en Chile con un formato de banda bastante grande y con notables artistas de allí. De hecho, es un proyecto impulsado también por el guitarrista Federico Dannemann», concluye Motis, que de esta forma deja claro que en un futuro seguirá explorando nuevos universos sonoros