UN LIBRO SOBRE LA FACETA FEMENINA DE LOS COMBATES DE GLADIADORES

Juan Tranche (autor de 'Gladiadoras'): «La vida es como la arena de un anfiteatro: no sobreviven los más fuertes, sino los que nunca se rinden»

El escritor, especializado en la historia de la Antigua Roma, ha presentado en Zaragoza su segunda novela 'Gladiadoras'.

El escritor Juan Tranche, este miércoles, en el Gran Hotel de Zaragoza.

El escritor Juan Tranche, este miércoles, en el Gran Hotel de Zaragoza. / Andreea Vornicu

Álvaro Jordán

Álvaro Jordán

'Ave, Caesar, morituri te salutant'. Esta es una frase que ha atravesado las fronteras del tiempo desde su utilización en los coliseos del Imperio Romano, donde los rebeldes, los delincuentes y los esclavos eran «ajusticiados» en luchas encarnizadas contra bestias salvajes o entre ellos mismos. Durante esos breves enfrentamientos, esos minutos de gloria les permitían ser bautizados con el término «gladiadores»: superestrellas del entretenimiento que arriesgaban sus vidas por unos pocos sestercios que pudiesen concederles un futuro con el que dejar atrás el escaso pasado que les acompañaba.

Sin embargo, aunque se trataba de una profesión eminentemente masculina, el escritor Juan Tranche, especialista en la antigua Roma, aborda con su nueva novela, 'Gladiadoras', esa pequeña faceta femenina que también estuvo presente durante un breve espacio de tiempo en este espectáculo, a través de las historias de Helena, Valeria y Domicia; quienes lucharon en la arena para defender aquello en lo que creían: un mundo donde las mujeres fuesen dueñas de su destino.

Un libro centrado en mujeres gladiadoras, este es un tema que jamás se había tocado en la literatura.

Ese ha sido uno de los motivos por los que decidí escribir esta obra. Siempre hemos oído hablar de los gladiadores masculinos, pero jamás han dado espacio a estas mujeres que, además de luchar por su vida, lucharon contra las costumbres sociales de todo un imperio.

¿De qué manera surge esta obra?

La inspiración apareció después de contemplar el 'Relieve de Halicarnaso', una pieza que se encuentra expuesta en el British Museum. La obra muestra a dos mujeres gladiadoras en actitud combativa, bajo los nombres de Aquilia y Amazona. No sabemos nada más de ellas, pero lo curioso de esta obra es que, además de la repercusión que el combate tendría para dejarlo constatado en ese relieve de mármol; también pelearon sin cascos, algo muy raro en aquella época, lo cual puede dar a entender que lo hicieron para constatar su género frente al público. A partir de ahí, quise ficcionar esa idea de cómo pudo haber sido la vida de estas dos gladiadoras hasta protagonizar uno de los combates más importantes de la historia romana.

Un combate que girará alrededor de la esclava Helena y las hermanas nobles Valeria y Domicia.

En el caso de Helena, no le queda más remedio que luchar por su vida. Mientras que las dos hermanas representarán esa rebeldía juvenil. Porque a pesar de ser nobles libres, no tienen elección frente a su futuro: les aguarda un matrimonio forzado de servitud hacia sus maridos.

Viendo que estos temas sociales ya eran algo presente en aquella época, ¿usted cree que hemos evolucionado realmente al ser todavía recurrentes hoy en día?

Podríamos ser una sociedad mucho más avanzada si el Imperio Romano no hubiese caído y propiciado la llegada de la Edad Media, que con su censura nos hizo retroceder enormemente en todos los sentidos. 

«Dos mujeres protagonizaron uno de los combates más importantes de la historia romana»

A pesar de que la acción protagoniza la historia, también da espacio al suspense con una subtrama relacionada con los asesinatos en serie de unas prostitutas.

Lo que yo he buscado con esta obra es tratar de colocar tres novelas en una: acción, amor y suspense. He querido hacer esta mezcla de géneros para contar también con un público aficionado al thriller y, por supuesto, para tratar de hacer de este libro algo más atractivo y accesible. 

¿No resulta contraproducente que los gladiadores fuesen considerados superestrellas durante sus luchas, pero después fuesen despreciados como esclavos?

Es el vivo ejemplo de la doble moral romana. Autores como Séneca o Cicerón recomendaban llevar a los hijos al anfiteatro para que viesen con sus ojos cómo era enfrentarse al miedo, al dolor y a la muerte. Los combates de gladiadores despertaban auténtica pasión y lujuria. En aquella época, incluso ya existía el merchandising de gladiadores, donde podías comprar botes con el sudor y sangre de ellos derramados en la arena. Pero fuera de ese contexto nadie quería a los gladiadores: ni de transeúntes, ni de vecinos; ni siquiera en los mismos cementerios que los ciudadanos romanos. 

«Podríamos haber sido una sociedad más avanzada si el Imperio Romano no hubiese caído»

¿Qué mensaje le gustaría que llegase a los lectores con esta novela?

Que la vida es como la arena de un anfiteatro, donde no sobreviven los más fuertes, sino los que nunca se rinden

¿Qué próximos proyectos tiene en mente?

Tengo pensado una nueva historia relacionada con Roma, pero alejada de los gladiadores después de ser esta la segunda novela que escribo sobre este tema. Tengo muchas ganas de ponerme con ello.