Ludovico Einaudi firma uno de los conciertos más íntimos, bellos y aplaudidos de las última ediciones de Pirineos Sur

El pianista italiano, que logró vender todas las entradas hace meses, cerró un intenso fin de semana en el que más 15.000 personas acudieron a los conciertos del Anfiteatro de Lanuza

Tan protagonista fue un público completamente respetuoso y emocionado como las delicadas notas que pusieron banda sonora a un hermoso atardecer en el Pirineo

Ludovico Einaudi en el Auditorio Natural de Lanuza durante el concierto del domingo.

Ludovico Einaudi en el Auditorio Natural de Lanuza durante el concierto del domingo. / Jaime Oriz

El Periódico de Aragón

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No necesitó más que unas semanas desde que se anunció su actuación en Pirineos Sur para que vendiera todas las entradas. No es para menos. Ludovico Einaudi es probablemente uno de los pianistas más elogiados y escuchados del momento. Sus composiciones minimalistas y delicadas han conquistado a los eruditos, al gran público y al cine. Por lo que su recibimiento en Lanuza fue el de una gran estrella, pero desde el más absoluto de los respetos: apenas unos murmullos se escucharon durante toda la actuación. Un atardecer de postal en Valle de Tena coronó una noche que quedará grabada en el recuerdo.  

El músico italiano, humilde, plantado en el escenario con su sombrero saludó al público, recibió una ovación y se sentó al piano. Silencio absoluto. 'Atoms', de su último trabajo, 'Underwater', abrió la velada. Y precisamente varios de esos temas fueron interpretados en solitario durante la primera parte del concierto. 'Wild song', 'Natural light' o 'Flora' son buenas representantes de ese minimalismo no exento de belleza por el que se ha dado a conocer.

Piezas de distintas épocas de su carrera

Ya con banda, bien arropado por dos cuerdas y un percusionista, rescató piezas de distintas épocas de su carrera. 'Low', 'Mist' o 'Fossils' sonaron más enérgicas, cargadas de una intensidad que traspasó de la primera a la última fila del Anfiteatro. Y mientras los últimos rayos de sol bañaban Lanuza, el público se adentraba en la irresistible propuesta del italiano. Volvió a quedarse solo en el escenario. Comenzó a sonar las primeras notas de 'Elogy for the arctic' y sonó una sonora ovación; que repitió si cabe con más fuerza con 'Una mattina' y 'Nuvole bianche'.

'Divenire' y la magnífica 'Experience' (uno de sus temas más reconocidos), de nuevo con banda, significaron el fin a lo grande del recital. Las casi 5.000 personas que llenaron Lanuza se rindieron a él, mientras el músico se despedía abrazado con a sus músicos. Einaudi, con la sonrisa propia de alguien que es consciente que ha hecho feliz a cientos de personas, se retiró tras el escenario.