RESEÑA

Los libros aragoneses de Domingo Buesa: José Antonio Duce, Emilio Alfaro y Víctor Lahuerta

Este es un trabajo que ha nacido para permitirnos entender ese cambio que sentó las bases de la ciudad de hoy, en la que algunas personas apostaron por la libertad creadora

Un fotograma de la película 'Culpable para un delito' de José Antonio Duce.

Un fotograma de la película 'Culpable para un delito' de José Antonio Duce. / AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA

Domingo Buesa

Domingo Buesa

Hace unas semanas se presentó en Zaragoza un libro dispuesto a rescatar del olvido la película 'Culpable para un delito' que fue dirigida por José Antonio Duce, considerado sin duda como uno de los grandes maestros aragoneses en el mundo de la imagen, y cuyo guion había hecho a medias con el recordado y activo Emilio Alfaro que hizo impecables trabajos, incluido un documental sobre la obra de Goya. Guion que, por cierto, nació en ese espacio abierto y entrañable de Maleján, al pie del Moncayo. 

La película que fue rodada por la empresa Moncayo Films, a la que Martínez Soria ofreció sin éxito la posibilidad de producir alguna de sus populares películas, nos describe el entorno de un olvidado boxeador al que un centenar de personas acusan al verlo asesinar a un viejo amigo suyo. El desarrollo del filme policiaco tiene lugar por las calles de la Zaragoza de 1966, convertidas en el escenario de la narración y, sobre todo, en un testimonio impagable para ver cómo era ese callejero en proceso de cambio que se nos va mostrando gracias a las peripecias de este boxeador que ha huido de la policía que lo había detenido. Y no les cuento más de este film, aunque les aconsejo que lo vean especialmente ahora que ya tenemos un DVD que nos permite disfrutarlo con calidad.

Además, la película la encontrarán como regalo en el libro que hoy nos interesa destacar de manera muy especial, tanto por su contenido como por su forma, aunque –en este caso– se presentan cohesionados construyendo un producto de mucha calidad. La principal razón de esta destacable virtud es que el texto y su maquetación son obra de la misma persona: de Víctor Lahuerta, excelente profesional que es el autor de esta exquisita maquetación y de la elegante presentación que la define. Estamos ante un libro que es todo un ejemplo de cómo se debe hacer un producto de mucha calidad para recuperar un episodio entrañable de nuestra historia cultural. Tarea en la que no debemos olvidar ese empeño por la estética que tiene, afortunadamente, la Institución Fernando el Católico gracias a nuestros amigos Carlos Forcadell y Álvaro Capalvo.

Y, como les acabo de decir, el responsable del texto también es Víctor Lahuerta, autor del amplio estudio que nos habla de la película y de todo su entorno. En realidad, de los trece capítulos que configuran el relato de un proceso creativo que es evidente que le ha llevado mucho tiempo de preparación, porque no se ha dejado ni un cabo suelto y no falta ninguna de las ilustraciones importantes. Entremos en el estudio.

Zaragoza como plató de cine

Después de explicar las razones para recuperar este film que tuvo muy pocas proyecciones y de hablarnos de las ciudades de cine, le llega el turno al capítulo en el que nos recupera la figura de Duce, director de cine desde 1963 y un fotógrafo excepcional al que le debemos muchos historiadores el haber puesto rostro a nuestros estudios. A la entrevista con el director, donde cuenta la intrahistoria de este proyecto, sigue el estudio de Zaragoza como plató de cine, las localizaciones del rodaje en la ciudad con muy interesantes apreciaciones que constituyen un libro dentro del libro, la presentación de ese humanista que fue Emilio Alfaro, apasionado por la novela negra y hombre culto por definición.

Al estudio de la cartelería –"propaganda de otro tiempo"– que estudia con detalle, también siguen una serie de análisis dedicados a hablarnos del equipo, del reparto, de las fechas en las que se pensó y en las que se rodó, incluso de lo que llama con habilidad "el rastro impreso" y que no es otra cosa que la extensa bibliografía que ha producido un film de breve estancia en cines.

La evolución cultural de la capital aragonesa

Todo ello, completado con un análisis de esa Zaragoza que, entre 1965 y 1967, moderniza su realidad social, cultural y política, asunto fundamental para entender lo que nos plantea este film que se convirtió en un largometraje de estudio y de culto. En este bloque, que podría ser perfectamente otro libro independiente, se analiza cómo entra la ciudad en la modernidad, el cine y los estrenos que ven los zaragozanos, lo que se oye en la radio y se lee en el cómic, sin olvidar el impacto de la televisión que comienza a determinar el tiempo vital de los españoles.

Como pueden ver, estamos ante un libro que se compone de otros libros. Un trabajo que ha nacido para permitirnos entender ese proceso de cambio que sentó las bases de la ciudad de hoy, en la que algunas personas –al precio que fuera– apostaron por implicarse con la modernidad y la conquista de la libertad creadora. Les aseguro que el trabajo me ha parecido un regalo en estos tiempos que corren, regalo que hay que agradecer a José Antonio Duce, a Emilio Alfaro y a muchas personas más, entre las que no podemos olvidar al autor de este trabajo que les enseñará como nadie nuestra ciudad, en realidad un espacio humano abierto al mundo de la imagen y del cine. 

'CULPABLE PARA UN DELITO EN LA ZARAGOZA DE 1968'

J.A. Duce, E. Alfaro y V. Lahuerta

Institución Fernando El Católico

564 páginas

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