RESEÑA LITERARIA

Crítica de Miguel Ángel Ordovás de 'Disciplina clericalis': La primera puerta de entrada de los cuentos orientales

Se trata de una obra escrita en el siglo XII señalada como el punto de entrada de la tradición cuentística oriental en Occidente

Pedro Alfonso de Huesca firma 'Disciplina clericalis'.

Pedro Alfonso de Huesca firma 'Disciplina clericalis'. / EL PERIÓDICO

Miguel Ángel Ordovás

No existen muchos libros que puedan presumir de una influencia tan duradera y variada como la 'Disciplina clericalis', una obra escrita en el siglo XII señalada como el punto de entrada de la tradición cuentística oriental en Occidente. Su autor, como no podía ser de otra forma, fue un neocristiano de origen judío nacido en Huesca, Pedro Alfonso, que se presenta como “compilador de este libro”, es decir, mero recopilador y traductor al latín de las historias que en él aparecen. Esperanza Ducay y María Jesús Lacarra hicieron la primera edición moderna de la Disciplina clericalis para el gran público en los años 80, y ahora la colección Larumbe de las Prensas de la Universidad de Zaragoza vuelve a publicarlo en su versión original, con traducción al español y edición de Edgar Vargas Oledo y la colaboración de la propia María Jesús Lacarra.

Lo que hace Pedro Alfonso es hilvanar cuentos y episodios con los que quiere dar ejemplo a las personas letradas; ese es el sentido de la 'Disciplina clerical' del título. La procedencia de las historias es muy diversa, y de su rastreo se ha encargado bien el editor: desde las fuentes bíblicas, comunes para judíos y cristianos, a las obras apócrifas de sabios griegos, pasando por recopilaciones de cuentos orientales y árabes, o sentencias de origen folclórico venidas de cualquiera de las culturas que el autor conocía de primera mano.

Esquema basado en la oralidad

Engarzando una historia tras otra con un esquema basado en la oralidad, Pedro Alfonso da pautas de comportamiento para todo aquel que quiera aprenderlas, sin olvidar además la máxima horaciana del prodesse et delectare, el enseñar deleitando, al que se suma la bondad de lo breve que Gracián propugnará siglos después. No es de extrañar, por tanto, el éxito alcanzado por este libro, cuya huella se perpetuó en numerosos autores posteriores, que aprovecharon bien sus enseñanzas, a pesar de que en él mismo se aconsejaba precaución con la palabra escrita: “Lee todo lo que encuentres, pero no creas todo lo que lees”.

'DISCIPLINA CLERICALIS / DISCIPLINA CLERICAL'

Pedro Alfonso de Huesca

Prensas de la Universidad de Zaragoza

260 páginas

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