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Bayona en Zaragoza: "Me dejó muy tocado el relato sobre los que no volvieron"

El director Juan Antonio Bayona protagoniza un coloquio sobre su última película, ‘La sociedad de la nieve’, en los cines Palafox

Juan Antonio Bayona ha protagonizado un coloquio en los cines Palafox de Zaragoza.

Juan Antonio Bayona ha protagonizado un coloquio en los cines Palafox de Zaragoza. / Miguel Ángel Gracia

Andrea Sánchez

Andrea Sánchez

«Una bola de nieve que ha empezado a girar y no para de crecer», así ha definido Juan Antonio Bayona su última película. El director de 'La sociedad de la nieve' ha visitado este miércoles los cines Palafox de Zaragoza y ha protagonizado un coloquio con los espectadores en torno a la película. Un filme que ya se preestrenó en la ciudad antes que en otras partes del país y el cineasta cuenta que «en ese momento ya vimos que algo pasaba». «Sin publicidad y sin campañas, los números de esa semana fueron muy notorios», señaló. Algo que no ha cambiado, ya que la película a día de hoy ya cuenta con más de 51 millones de visionados.

'La sociedad de la nieve' cuenta la historia del trágico accidente que sufrió el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en la cordillera de los Andes en 1972. Está basada en el libro de Pablo Vierci y Bayona ha confesado que desde el primer momento supo que había una película. «Pensaba que conocía la historia, pero me dejó muy tocado el relato del libro que incide en los que no volvieron», ha añadido. No se había contado desde este punto de vista y «había algo pendiente que mostrar».

Por este motivo Numa Turcatti es el narrador. «Poner en el centro del relato a alguien que nunca lo había estado es una declaración de intenciones», ha subrayado. El director ha contado que Numa es una persona recordada con «mucho cariño» por los supervivientes. A ellos, Bayona los entrevistó ya en 2018 y pudo conocerlos, esto le ayudó en el momento del castin. «Buscaba cierto parecido físico, pero no era la prioridad. Sobre todo quería encontrar similitud en las personalidades», ha subrayado.

El director piensa que la película es «bastante fiel» a lo que sucedió. «Ha sido curioso porque hemos conseguido que el funcionamiento del grupo sea muy parecido. Ha habido una piña muy fuerte», ha señalado. Las localizaciones naturales, la grabación cronológica y el contacto cercano que tuvo con los supervivientes y las familias de los fallecidos, todo esto en conjunto, «ha sido muy bueno» para el realismo que tiene la película.

Con ello, han conseguido que los actores hayan creado su propia sociedad de la nieve. «Cuando un personaje fallecía, el que lo interpretaba se iba y ellos mismos, al rodar, sentían la pérdida del compañero que se marchaba. Esto ayudaba mucho», ha relatado Bayona. Las condiciones de rodaje fueron «muy duras», tenían que estar adaptándose constantemente. Incluso algunos de los actores junto a Bayona llegaron a dormir dos noches en los Andes antes de comenzar a grabar para saber cómo fue lo que vivieron. Para el director, fue una experiencia «muy impresionante».

A pesar de la parte documental de la película, lo que realmente llamó la atención de Bayona y donde vio la esencia de la historia fue en su filosofía. «Es una situación tan generosa el entregar tu cuerpo en vida... Esa idea de que cuando te lo han quitado todo aún puedes tomar la decisión correcta y que esa voluntad va dirigida a los demás y no a uno mismo», ha subrayado el director. «Era algo muy bello y le daba la vuelta a la situación», ha concluído.

Y es que Bayona cree que en esta historia el realismo y la ética van de la mano. «El comportamiento del grupo fue extraordinario», ha subrayado. «A nivel individual había gestos donde se refleja la condición humana desde un punto de vista mas complejo, pero no tuvieron ningún gesto de maldad en esos 72 días», ha añadido el director.

Para Bayona, una de las mejores cosas de esta película ha sido haber conseguido que las familias de los fallecidos y los supervivientes se hayan vuelto a unir. Al hablar con ambas partes, se dieron cuenta de que entre ellos había una frontera. Esto es algo que se mitigó después del primer pase de la película el 1 de septiembre. «Les ha ayudado mucho a recuperar la memoria de los que nunca estuvieron en los titulares. Y sobre todo a procesar el duelo que cada uno vivió de una manera y acompañarse juntos», ha concluído.