La selección de Holanda cerró un fase de grupo perfecta, con tres victorias en otros tantos partidos. Con el objetivo cumplido de hacerse con la primera plaza, Holanda formó con varios de los que hasta ahora habían sido suplentes en el torneo, mientras que Rumanía salió con su once titular ya que necesitaba de la victoria para hacerse con la segunda plaza si no quería depender del otro partido del grupo.

A pesar de la falta de incentivos, fueron los holandeses los que manejaron el ritmo del partido, y aunque el equipo de Víctor Piturca dispuso de ocasiones para marcar en los primeros 45 minutos, fueron los jugadores de Marco van Basten los que llegaron al área rival con más asiduidad. Dentro de las ocasiones de gol, la mejor del primer tiempo fue desperdiciada por Arjen Robben. Tras un buen balón servido por Huntelaar, el madridista no supo culminar a los 36 minutos su internada con un gol y balón se escapó fuera tras rozar el poste

La situación para Rumanía empeoró en el segundo tiempo. La salida de los holandeses en el segundo tiempo fue demoledora. Van Persie se convirtió en una pesadilla para la zaga rumana, que no podía detener las acometidas del jugador del Arsenal. El gol de Huntelaar no cambió mucho el guión del partido. Holanda seguía con el mando del partido ante una Rumanía que lejos de reaccionar bajó de intensidad.