El Tecnyconta 2017-18 está siendo, hasta el momento, un equipo de grandes contrastes. Ha pasado del negro al blanco para volver al negro con la misma velocidad en las 14 jornadas disputadas de la Liga Endesa. Comenzó con cuatro derrotas consecutivas para encadenar después cuatro triunfos seguidos, una racha que ha conseguido muy pocas veces en su historia en la élite, y desde entonces no ha vuelto a ganar. Ahora acumula seis derrotas una detrás de otra que también son un pequeño hito negativo en su trayectoria en la ACB porque solo en una ocasión, hace ya ocho años, tuvo un bache peor con siete derrotas seguidas.

Con una racha igual comenzó la temporada 2015-16, con un balance de 1-7 al perder ininterrumpidamente de las jornadas 3 a 8. Una trayectoria que supuso la destitución de Joaquín Ruiz Lorente en la jornada séptima -aunque estaba despedido antes de disputarla- y la llegada de Andreu Casadevall. Solo en la primera temporada en la élite lo hizo aún peor el equipo aragonés. Entonces encadenó siete derrotas consecutivas en dos tramos de la temporada, de las jornadas 9 a la 16 y en las últimas siete fechas del calendario, de las jornadas 28 a la 34. El CAI Zaragoza terminó último y regresó a la Liga LEB.

Ahora ha vuelto a meterse en esa dinámica y no gana desde el pasado 12 de noviembre. Desde entonces se han acumulado diferentes circunstancias que han alterado al Tecnyconta hasta hacerle encallar de esta manera y acercarle a los puestos de descenso. Después de ganar al Tenerife en casa, el equipo perdió en Fuenlabrada, llegó la ventana FIBA en la que se marcharon varios jugadores y el equipo no entrenó completo, Sergi García se lesionó nada más regresar y se marchó al Valencia, el Tecnyconta perdió en casa contra el Barcelona y ante un Unicaja al que no opuso la resistencia necesaria, se le escapó un partido que tenía en la mano en Badalona, no se recuperó ante el Murcia y perdió por lesión a su estrella y terminó cayendo en casa del colista en un duelo que también tuvo en su mano.

En ese trayecto el equipo de Jota Cuspinera se ha quedado sin sus dos mejores jugadores, un lastre demasiado pesado. Bo McCalebb, sustituto de Sergi García, está aún aclimatándose al equipo. Txemi Urtasun, llegado para cubrir el hueco de Gary Neal, ni siquiera debutó en Sevilla después de seis meses sin equipo y una temporada, la pasada, en la que solo pudo disputar 14 partidos. Sin Sergi y Neal, todo es más difícil para el Tecnyconta. Con ellos dejó pasar varias oportunidades de sumar triunfos que ahora le harían estar mucho más tranquilo en la clasificación.

Y es que un balance de 4-10 es insuficiente para esta plantilla e incluso para lograr los objetivos marcados. La meta del Tecnyconta es alcanzar cuanto antes las doce victorias que certifiquen su continuidad en la Liga y al ritmo que va solo las conseguiría con mucho sufrimiento, de manera agónica. Porque el equipo de Jota Cuspinera se encuentra ahora mismo inmerso en una crisis que va más allá de los resultados y afecta al juego desordenado e improductivo del equipo, así como a su confianza. Sobre todo después de que el colista le remontara la última jornada.

Se trata de una situación muy similar a la que vivió el equipo la temporada pasada. Entonces, como ahora, un inicio esperanzador con un MVP en noviembre (entonces Jelovac, ahora Neal) dejó paso a un equipo sin rumbo tras caer de mala manera en Badalona. El curso precedente el Tecnyconta no se recuperó de ello y arrastró esos problemas hasta el final de la temporada, salvándose por deméritos ajenos. La experiencia ha de servir para corregir errores.