Entrevista | Marta Frías Acedo Exárbitra internacional retirada este fin de semana tras 21 años

"No naces siendo árbitra, pero sí que te mueres siéndolo"

Marta Frías posa para este diario en Arcosur en la tarde del pasado lunes.

Marta Frías posa para este diario en Arcosur en la tarde del pasado lunes. / JAIME GALINDO

¿Cómo se encuentra tras la decisión de la retirada tanto en la faceta deportiva como personal?

Es una resaca emocional. Fue una semana muy larga con muchos mensajes de compañeros, amigos y familiares. Te levantas por la mañana y piensas: ‘¿qué ha pasado?’. Todavía me cuesta, pero tengo que aterrizar.

El último partido que arbitró fue un Athletic-Tenerife. ¿Le dio pena ver que se acaba un sueño?

Sí que miras más el reloj. La primera vez que lo miré fue en el minuto 22 y ya empecé a calcular la cuenta atrás. Luego también lo vi en el 80 y en el 89 y dices ‘ya se está acabando, ya está llegando’. Se te pasan muchas cosas por la cabeza hasta que ya pitas el final.

Le hicieron en Lezama un pasillo en su despedida. ¿Se lo esperaba?

Sí que es cierto que me esperaba algo, pero no ese reconocimiento tan bonito y grande.

"La decisión estaba más que meditada. Tengo una lesión en la espalda y creí que era el momento"

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¿Cuándo pensó en dejarlo?

La decisión estaba más que meditada. Tengo en la espalda una lesión desde hace tiempo y había etapas en las que estaba mejor o peor. Cada día me notaba peor y los médicos también me lo decían. Pensé que era el momento de dar un paso al lado. También veo que el arbitraje va evolucionando muy deprisa. Estoy muy satisfecha con todo lo que he hecho y vi que era el momento de colgar el silbato.

¿Qué le hizo empezar? 

Yo había jugado siempre a fútbol sala y cuando lo dejé, un compañero mío del trabajo, Alfonso Martín, me dijo en un descanso que era árbitro y me animó a serlo. Me llevó al colegio de árbitros y me inicié por aquel 2000-2001 hasta el día de hoy.

¿Cómo se definiría como árbitra?

En el campo me gusta dialogar, soy cercana y humilde. Siempre reconozco los errores porque somos humanos.

Ascendió a la máxima categoría del fútbol femenino español en 2017.

Cuando decidieron hacer una Liga de fútbol femenino arbitrada por chicas hicieron un seminario y unas pruebas físicas y técnicas y pasamos las pruebas todas las que el Comité pensaba que estábamos preparadas. En Madrid hicimos una selección y quedamos 20 árbitras que fuimos las que empezamos a arbitrar en la élite en la temporada 2016-2017.

Fue una de las pioneras a la hora de profesionalizar el arbitraje femenino en España. ¿Cómo fue este trayecto y qué trajo?

Lo principal ha sido la conquista de nuestros derechos. Que tengas una seguridad social, cotices, que si te pones enfermo tengas derecho a esa baja y si te quedas embarazada tengas baja maternal. Al tener un salario creo que todo es más serio y comprometido. Creo que nos merecemos tener lo que tiene cualquier estamento del mundo del fútbol.

"Lo principal ha sido la conquista de derechos. Cotizar, un salario, la baja maternal... Creo que nos lo merecemos"

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En la temporada 2019-2020 ganó el premio a la Mejor Árbitra. ¿Qué tuvo de especial ese año?

Fue una temporada que salió bastante bien. También es un poco cuestión de suerte. Todo árbitro tiene una temporada mejor que otra, igual que los futbolistas. Todo salió redondo tanto en partidos, pruebas técnicas y en muchas circunstancias.

¿Un momento con el que se quedaría de tantas temporadas?

Cuando me dieron la noticia de que iba a empezar a ser internacional en diciembre de 2011. Es el culmen para un árbitro. Sin embargo, el del otro día también fue un momento especial porque fue mi último partido. 

¿Y uno para olvidar?

Lo peor son las lesiones. Cuando me diagnosticaron la lesión en la espalda me planteé muchas cosas. Tuve suerte en encontrar al Dr. Antonio Laclériga, que me permitió arbitrar seis años en la élite. Me encanta arbitrar. Igual no se nace árbitra, pero sí que te mueres siéndolo. Es una profesión física, pero sobre todo mental y táctica. Es muchísimo trabajo y muy emocional.

Hace algunos años emergió el VAR. ¿Cuál es su opinión? ¿Es beneficioso para el fútbol?

A mí me gusta. Creo que es una herramienta que viene para ayudar. ¿Tiene polémica? Sí, pero detrás del VAR hay un humano e igual que podemos fallar en el campo podemos fallar en la sala VAR. De hecho este martes nos comienzan a formar para estar preparadas para cuando salga.

La diferencia económica entre el fútbol masculino y el femenino es un realidad. ¿Qué opinión le merece esto?

Con la firma del convenio que hemos hecho ha habido un avance tremendo. Ahora puedes dedicarte a ello de pleno. Hay que ser consecuentes con que nosotras vamos a mejorar, pero de esta manera se va a mejorar más rápido, porque te vas a dedicar a ello. Dentro de unos años igual suben los salarios, pero el paso ha sido muy grande y hay que valorarlo.

¿Cree que hay diferencia entre arbitrar un partido masculino y uno femenino?

Hace años sí que se notaba mucho más. Evidentemente, el masculino sigue siendo más rápido, pero técnicamente, tácticamente y en velocidad de juego las chicas han mejorado muchísimo. Quizá hay diferencia en la fuerza por genética, pero los golpes cada día 'asustan' más.

¿Recomendaría a los padres que sus hijos fueran árbitros?

Sí. Ha sido lo mejor que me ha pasado. Tengo 42 años y me ha hecho madurar y me ha dado valores y me ha hecho conocer gente. Ir a verlos es otra historia. Puedes ir, pero solamente si eres un padre tolerante.

¿Cuáles son sus próximos retos?

Tengo la suerte de que entraré a trabajar en el Comité de Árbitros de Madrid y en el Comité Nacional. Mi reto es que siga creciendo el arbitraje de otra manera. Aportar mi experiencia y ayuda a las nuevas generaciones y seguir mejorando el arbitraje. 

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