LA MONTAÑA EN ARAGÓN

El ataque del 'Komando Kroketa'

Este grupo de amigos de Zaragoza difunde con humor y conciencia sus excursiones en una web referente para la preparación de jornadas para otros montañeros

Reciben más de medio millón de visitas al año

Parte de los miembros del ‘Komando Kroketa’ posan victoriosos tras alcanzar la cúspide del Casco en Ordesa con la mole del Taillón a sus espaldas.

Parte de los miembros del ‘Komando Kroketa’ posan victoriosos tras alcanzar la cúspide del Casco en Ordesa con la mole del Taillón a sus espaldas. / SERVICIO ESPECIAL

Sergio Ruiz Antorán

Sergio Ruiz Antorán

La k es una letra muy punky. Como las montañas. Llenas de crestas ellas. Ni alfileres en las orejas, ni parches de Eskorbuto, ni pogos al empentón, ni anarquía para todos. No está detrás de esta metáfora el secreto de su bautizo. Porque aunque el Komando Kroketa sería un estupendo nombre para una banda en concierto en la Sala Arrebato, la broma parte de un trabalenguas que señala la doble dirección que les define: siempre hacia arriba, siempre con humor.

Lo entenderán mejor cuando les cuenten el parto. «Como todo en nuestra actividad, es más una cuestión de diversión y cachondeo que de apariencia y postureo. El origen está en una excursión inicial, al pico Forqueta, que uno de los participantes se liaba y le llamaba Kroketa, salida donde las cosas fueron bastante mal, y alguno de broma dijo que parecíamos un Komando Kroketa». Lo relata el webmaster Karmelo, con k, klaro.

Si a ustedes no les suena raruna esta tropa de amigos es que han pasado por su web en alguna ocasión para revisar e informarse de alguna incursión en las alturas. Página de montaña hecha por montañeros para otros montañeros. El perfecto legado de excursiones de unos para otros con descripciones al dedillo. Archivo para la planificación de jornadas, con sorna, humor y conciencia. Este grupo de zaragozanos, de cuna o adopción, All Star de distintos clubs, mantienen abierta esta enciclopedia con centenares de entradas de ascensiones, travesías, escaladas y jornadas de esquí de travesía o BTT. Un compendio de krónicas kroketeras con más de medio millón de visitas anuales donde se encuentran klásicos del Pirineo como Monte Perdido, Balaitus, Anayet, Midi, Aneto, los tresmiles más populares y los techos provinciales.

Como en la canción de Amaral. Karmelo, Teresa, Miguel Ángel, Elvira, Arturo, Lola, Javi y los demás. Son un puñado «del que ha ido entrando y saliendo gente». Incluidos embajadores kroketeros, sherpas esporádicos que les acompañan en sus andanzas. Montañeros que se conocieron en mayo del 2001 en un curso de eskimo y desde entonces montaron cordada. Y para documentar sus salidas, como un álbum de recuerdos, crearon una web privada que se fue abriendo desde la ironía y la capacidad de continua reforma. Allí nació Komando Kroketa’s Jompeich en los albores de cuaternario de los blogs y la prehistoria de las redes sociales, que usan sin abuso.

Su estilo amasa tres virtudes: detalles, humor y conciencia. Detalles por respeto. Su máxima. Respeto al monte y a los montañeros. Por dejar las cosas claras, con detalles, datos, imágenes de pasos clave o con el itinerario sobreexpuesto. Claman por la prudencia, sabiendo que la calificación de cada actividad en montaña parte de cada cual. «En estos tiempos en que se ha disparado el interés por la montaña, es más importante que nunca remarcar sus dificultades y sus peligros, mejor pasarse en ello que quedarse cortos y exhibirse vendiendo como normal lo que no lo es», indica Karmelo.

Un mal alimentado por la mayor afluencia a estos parajes tras la pandemia, que ellos notaron en un incremento de afluencia a su página, y por el uso de aplicaciones en las que «una misma excursión publicada por diferentes personas puede estar etiquetada desde fácil a muy difícil, y es habitual encontrar rutas complicadas, o con riesgo, marcadas como fáciles. Y también es cierto que algunas personas no entienden que no todo es para todos, debemos saber qué podemos hacer y qué nos puede venir grande, de forma conservadora», insisten como filosofía kroketera desde hace 20 añazos.

Los sexy boys y el algoritmo

Por eso añaden nuevas reseñas actualizadas, con las condiciones de ese momento, detallando la situación vigente de la ruta, el tipo y cota de nieve... Con el tiempo convierten ese texto en una exkursión genérica y agradecen los comentarios que actualizan estas narraciones con sus visiones sobre el terreno. «Porque el monte y los caminos son cambiantes. Animamos a la gente a que comente, al menos brevemente, lo que ha hecho y el estado del camino, algo fundamental para los demás, sobre todo en invierno con la nieve. Se agradece que nos envíen correcciones», apunta Karmelo.

Y siempre desde el humor, con una redacción animada y con giros hacia la sonrisa, envoltorio que hace la lectura entretenida. «Lo primero es divertir y divertirse con la página, por eso meter un poco de ironía y humor es fundamental».

Y de este cachondeo nació uno de sus primeros éxitos, aunque fuera sin querer, por una liada del algoritmo, dado que el 80% de sus visitas proceden de papá Google: «Al principio, cuando había pocas cosas en internet, nos sorprendió que había muchas visitas a una página que no tenía nada especial, apenas unas líneas de texto y unas pocas fotos malas, hasta que nos dimos cuenta de que si se buscaba en las fotos de Google sexy-boys aparecíamos nosotros, y es que por una broma llamamos así a una foto en la que estábamos haciendo el tonto».

Humor sin ofender. Porque otra regla es «el respeto a todas las personas, y siendo montañeros, por supuesto también de defensa de las montañas», apunta Karmelo. Y en esta conciencia se han implicado en luchas como la oposición a la unión de estaciones por Canal Roya, solidarizado con el pueblo ucraniano o animando al uso de la mascarilla durante la pandemia.