El Parlamento catalán, en un gesto sin precedentes, ha pedido hoy la destitución de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, por la crisis de Cercanías en Barcelona, y lo ha hecho con el apoyo de todos los grupos parlamentarios excepto el socialista, que por primera vez se ha quedado solo esta legislatura.

La propuesta de resolución se ha aprobado con la ausencia por motivos de agenda del presidente catalán, José Montilla, y con los votos favorables (96) de los socios de gobierno del PSC en Cataluña (ERC e ICV-EUiA) y de la oposición (CiU, PP y Ciutadans). Sólo 36 diputados del PSC han rechazado el cese de Álvarez y ha habido una abstención, por error, del diputado de CiU Benet Maymí.

Es la primera vez que la cámara catalana pide la destitución de un ministro del Gobierno español, por "higiene democrática" y en un intento de que al Ejecutivo central no le salga "gratis" la crisis en las Cercanías, a cuatro meses de las elecciones generales. Concretamente, la propuesta de resolución pide al presidente del Gobierno que "depure responsabilidades técnicas y políticas tanto del Ministerio de Fomento como de las operadoras Adif y Renfe y las empresas contratistas de las obras, empezando por la destitución de la ministra de Fomento, como principal responsable político".

La resolución fue presentada por ERC e ICV-EUiA, aunque también CiU, PP y Ciutadans habían planteado sus respectivas propuestas, que han retirado al dar por buena la resolución aprobada previamente. En la presentación de la propuesta presentada por ERC e ICV-EUiA, el portavoz parlamentario de Esquerra, Joan Ridao, ha afirmado que la petición de destitución de la ministra se ha convertido en "una obligación moral y un imperativo ético", ya que un "desastre" como el de las obras del AVE "no puede salir gratis ni acabar impune". Ridao ha calificado de "patética" la "resistencia a dimitir" de la ministra, que se ha convertido en "un lastre y una rémora" para José Luis Rodríguez Zapatero, aunque ha admitido que "no es la única responsable de todo este lío".

Por parte de ICV-EUiA, Salvador Milà ha reclamado la destitución de la ministra por sus planteamientos "prepotentes" y "equivocados" que, al "igual" que hicieron los anteriores gobiernos de PP y CiU, han llevado a la actual "crisis" ferroviaria por falta de inversión. Los ecosocialistas creen necesario un gesto del Parlament para evidenciar que se apoya a los afectados ante el corte de dos líneas de Cercanías y en solidaridad a su "legítima indignación". Milà ha reclamado el cese de Álvarez por "higiene democrática y para intentar recuperar un poco de credibilidad democrática".

Por su parte, el diputado del PP Josep Llobet ha resaltado el hostigamiento que hubiese sufrido el ex ministro del PP Francisco Álvarez Cascos por parte de los socialistas si se hubiese encontrado en una situación parecida a la que debe afrontar Magdalena Álvarez.

El PSC se ha quedado solo al no reclamar la destitución de Álvarez, lo que su portavoz, Miquel Iceta, ha justificado diciendo que "no corresponde al Parlament erigirse en instancia de control político del Gobierno de España", ya que "los gobiernos sólo responden ante sus parlamentos". "¿Qué diríamos si las Cortes Valencianas, por ejemplo, pidiesen la dimisión del conseller de Cultura? No le haríamos caso", ha agregado Iceta, quien ha recordado que el Parlament, al menos desde 1980, no ha pedido nunca la dimisión de un ministro español. Iceta ha añadido que el PSC tiene la "máxima confianza" en Zapatero, "una confianza compartida por muchos ciudadanos, como veremos pronto, y hasta qué punto," en las generales de marzo.