Una de las cámaras frigoríficas construidas en el sótano del Mercado Central se reservará para el uso de la Policía Local, que había solicitado a la Concejalía de Mercados un espacio donde poder almacenar la mercancía perecedera de los camiones decomisados en el término municipal de Zaragoza.

"Cuando se interceptan vehículos con carga imperecedera no hay ningún problema, porque se pueden llevar a cualquier nave o almacén municipal. Pero si los productos son perecederos es más complicado, porque no hay dependencias a baja temperatura que garanticen su conservación", explicó el concejal de Mercados, Laureano Garín.

Por este motivo, una de las cámaras frigoríficas que se está habilitando en el extremo de la plaza de Lanuza se habilitará para el uso de la Policía Local. La temperatura será la misma que la del resto de las neveras, en torno a los quince grados centígrados.

OTROS LUGARES RESERVADOS No será el único espacio reservado para el cuerpo municipal. Según explicó Garín, cuando se acometa la remodelación del mercado de San Vicente de Paúl también se crearán unas dependencias específicas.

Tanto el Mercado Central como el de San Vicente de Paúl son propiedad del Ayuntamiento de Zaragoza, de ahí que se realice esa cesión de espacios. No obstante, Garín indicó que los casos de camiones decomisados con material perecedero en su interior no son muy numerosos y la existencia de esta sala no alterará la actividad normal de la lonja.

La solicitud de una cámara frigorífica la realizó la Policía Local hace tiempo, cuando se redactó el proyecto de remodelación del Mercado Central. Este tipo de lonjas, junto con Mercazaragoza, son los únicos edificios públicos de la capital aragonesa que disponen de grandes zonas de almacenaje de mercancía a baja temperatura.