Miles de personas presenciaron ayer el desfile de la Guardia Civil por el paseo de la Independencia, en Zaragoza, en el que constituyó el broche final de la semana dedicada en la capital aragonesa al Instituto Armado. El acto estuvo presidido por el ministro de Interior, José Antonio Alonso, y contó también con la presencia con el director general de la Benemérita, Carlos Gómez Arruche; el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, y el delegado del Gobierno en la comunidad aragonesa, Javier Fernández.

La parada, en la que participaron 800 hombres y 160 vehículos, se inició a la una en punto del mediodía. A esa hora, una escuadrilla de helicópteros sobrevoló Independencia, mientras que por la calzada central del paseo discurrían unidades a pie, motorizadas y a caballo.

En el desfile intervinieron compañías, secciones o pelotones de la Academia de Oficiales (Madrid), del Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada, de la Agrupación Rural de Seguridad, del Escuadrón de Caballería, de la Agrupación de Tráfico, del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), del Servicio Rural, del Servicio de Desactivación de Explosivos, del Servicio Marítimo y del Servicio Aéreo. Algunos de las unidades intervinientes tienen su sede en localidades aragonesas como Casetas, Boltaña y Benasque, además de Zaragoza.

Con anterioridad al desfile y después de que el ministro de Interior pasara revistas a las unidades formadas, se procedió a la entrega de medallas de la orden del mérito de la Guardia Civil, concedidas a guardias que han protagonizada brillantes acciones y a personalidades diversas. Dos de ellas correspondieron a Emilio Eiroa, expresidente de las Cortes de Aragón, y a Benjamín Blasco, expresidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón.

El acto se desarrolló en medio de impresionantes medidas de seguridad, con expertos tiradores de la Guardia Civil apostados en las azoteas de los edificios del paseo de Independencia. Junto a la tribuna de autoridades se encontraba una grada en la que tomaron asiento representantes de distintas asociaciones de víctimas del terrorismo.

El público, que prorrumpió en ´vivas´ a la Benemérita en distintas ocasiones, aplaudió especialmente al paso de la sección del escuadrón de caballería de la Guardia Civil.

También despertaron mucho interés, sobre todo de los más pequeños, los robots para desactivación de explosivos, la compañía de rescate en montaña, el pelotón de quads y los perros adiestrados.