Un año más, los vecinos de Oliver fueron los primeros en recibir a los Reyes Magos que, como ya es tradición, llegaron a este barrio acompañados por sus parejas: Melchora, Gaspara y Baltasara. Para esta ocasión tan especial, los vecinos de Oliver salieron ayer a la calle con los disfraces inspirados en el agua.

Desde las seis de la tarde, cientos de vecinos recorrieron las calles de Oliver acompañando y arropando a sus majestades al ritmo del pasacalles Tela Marinera y el grupo de animación Coscorrón . Mientras, "cerca de 2.000 personas presenciaron el desfile", explicó Elena Enciso, miembro de la asociación de vecinos.

Entre el séquito, eran visibles los niños, familiares y educadores del Centro de Tiempo Libre Oliver que, durante la última semana, han estado trabajando en la confección de los disfraces y que portaban telas que manteaban recreando el movimiento de las olas. Entre los pequeños, llamaban especialmente la atención una medusa y un cangrejo gigante.

Las calles Antonio Leyva, Monasterio de Piedra, Copérnico, Vitoria, Agustín Príncipe y Teodora Lamadrid fueron este año el escenario de un desfile cuya tradición se inició hace ya doce años. Desde entonces, los reyes y reinas han llegado a Oliver en diferentes medios de transporte como patines, bicicletas, autobús, etc... aunque el transporte utilizado en cada edición es una incógnita hasta el último momento. Y, este año, no fue menos ya que sus majestades dieron de nuevo la sorpresa llegando en seis coches minis.

Además, las reinas magas de Oliver cumplieron con la tradición de escuchar los deseos y demandas del vecindario para después erigirse en portavoces e intentar que "las instituciones tomen nota y no se duerman en los laureles", como dice uno de sus villancicos. Ya en el pabellón del barrio y tras la recepción a los niños, las reinas manifestaron sus deseos que, en esta ocasión, fueron doce. Entre otras cosas, las reinas magas pidieron la realización del corredor verde, la terminación del parque, el centro de día para mayores, la escuela de infantil, el inicio de las obras del centro cultural, la mejora de las frecuencias de los autobuses.