Quizás invertir 825.000 euros en la decoración navideña, como ha hecho Vigo, sea un poco exagerado, aunque es reutilizable. Pero, que la quinta ciudad española, Zaragoza, se conforme con una partida de 100.000 euros, raya la racanería. Porque la iluminación de Navidad más que un gasto es una inversión que tiene un rédito comercial indiscutible. Y si no ¿por qué hay tal concentración de luminarias en la plaza del Pilar? ¿por qué este año se ha premiado a la calle Don Jaime I con nueva ornamentación? Una decoración llamativa y atractiva incita a salir a la calle, a pasear y a entrar en los comercios. Y también atrae a visitantes, como ocurre en Madrid, Málaga, Barcelona o Bruselas, París, Berlín...