Blanquear

Un sistema como el que sufrimos genera mucha desigualdad e injusticia

Julián Buey

Julián Buey

Me da la impresión de que, desgraciadamente, el miedo a la ultraderecha está amortizado para una buena parte de la población. El blanqueo del extremismo evidente de Vox y en cierta medida del PP, me da en que hay que darlo por hecho para un amplio conglomerado de potenciales votantes de derechas.

Tengo dudas de si ese fenómeno se extiende al centro derecha e incluso una parte del centro izquierda. Es posible que el razonable aviso de una vuelta al pasado, en caso de victoria electoral de PP-Vox sea percibido por amplios sectores, contra toda evidencia, más como una exageración propia de la contienda política, agudizada en tiempos electorales, que como un riesgo real.

Eso además de que las propuestas más retrógradas y carcas, son del agrado de una parte de la población, que cada vez se preocupa menos de ocultarlo. En fin, que las propuestas de derechas mas carcas, que a algunos nos parecen el billete asegurado a una vuelta a un pasado indeseable, ganan espacio en cualquiera de sus dos propuestas políticas (PP – Vox) y eso es porque hay gente que las vota, y que parece dispuesta a seguir haciéndolo, seguramente por múltiples y variadas razones, entre otras que no acaban de ver eso de la «superioridad moral» de la izquierda.

Creo que, aún con todo, hay que seguir apuntando el riesgo cierto de involución. Pero habrá que dar con la clave de la movilización electoral activa de los demócratas y progresistas, más allá, mucho más allá, de los perímetros de las estructuras partidarias. Habrá que acertar en la explicación de los evidentes logros del gobierno progresista.

Hay que explicar que un sistema como el que sufrimos genera mucha desigualdad e injusticia, además de poner en riesgo el futuro de la humanidad en el planeta; y a esto no se le pone remedio de forma rápida e inmediata. Y además demostrar con datos, que las recetas conservadoras y de extrema derecha, no hacen sino empeorar la situación.

Labor pedagógica y seriedad. Y esto casarlo, ahí es nada, con propuestas audaces, ilusionantes, pero creíbles y realizables.

Ya sé, ya sé que más cosas que son más fáciles de decir que de hacer. Pero es que el asunto, el de ganar una nuevo gobierno progresista, es posible, pero no está fácil sin una importante implicación colectiva.

* Ex secretario general de CCOO Aragón

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