Opinión | el mirador

La visibilidadde los artistas

Cada año para estas fechas volvemos, reiteradamente, a verificar la posición humana y profesional que tienen las mujeres en determinados países, en nuestra sociedad, en nuestras comunidades. Las estadísticas hablan, los hechos nos dan a conocer que, en las naciones más incívicas e inhumanas, se sigue maltratando a la mujer. Solemos tener la buena voluntad política de defender, de ayudar a países que han sido atacados, que se han convertido en espacios de guerras y combates, pero no somos capaces de eliminar los vínculos económicos o políticos con los países que vulneran los derechos humanos de la mujer para intentar crear una conciencia mundial. ¡Qué incoherencia e hipocresía! ¡Qué política más banal! Podemos protestar, llevar lazos y pancartas moradas; la sororidad manifiesta es importante, hay que seguir insistiendo para alcanzar logros como hicieron las mujeres en el siglo XIX en Gran Bretaña o las cigarreras en Madrid. Conseguir la Igualdad social es un derecho fundamental de la Declaración Universal de los Derechos humanos. Estoy convencida que la mayoría de los hombres están de acuerdo con nuestra reivindicación, se mantienen como compañeros de vida, pero también los hay – incluyo a las mujeres– que posicionándose en un espacio de poder, actúan de manera insolidaria e irrespetuosa, mermando posibilidades al colectivo femenino.

Conseguir la igualdad laboral como derecho esencial todavía no se ha logrado, y tardará mientras se diga que la rentabilidad en el puesto de trabajo de la mujer no es igual a la del hombre. Esto está intrínsecamente en criterios de determinados empresarios, directores deportivos y jefes varios. El conocimiento de la brecha salarial entre hombres y mujeres, ocupando los mismos puestos de trabajo, es bien sabido. Los medios de información, llegando a estas fechas, dan a conocer con mayor detalle esas diferencias, pero apenas se da a conocer la situación laboral de las creadoras, artistas, profesionales en la plástica. Son áreas laborales dentro de la cultura que pasan por situaciones de cierto desmérito, se ignoran o se desconocen.

El pasado 7 de marzo se inauguró en la Sala de exposiciones Juana Francés, de La Casa de la Mujer de Zaragoza, la segunda edición de Mujeres Creadoras. Profesionales de la plástica con una trayectoria de más de 40 años. Artistas que han estado y siguen estando inmersas en la creación, producción, gestión y divulgación, con el propósito de seguir trabajando. Una exposición de obras de pintoras y grabadoras, cuyo objetivo es dar una mayor visibilidad a las generaciones de mujeres que forman parte del patrimonio cultural. Esta iniciativa, promovida por el Ayuntamiento de Zaragoza, ha dado lugar a que generaciones de creadoras, que han desarrollado su obra, con más impedimentos que facilidades, tengan la posibilidad de demostrar que «aún están ahí», que siguen trabajando, luchando, proponiendo proyectos expositivos y demandando la misma correlación que los artistas varones a la hora de acceder a espacios expositivos de titularidad pública. Al igual que las nuevas generaciones, las creadoras, de todas las épocas, siguen siendo generadoras de cultura, economía y progreso.

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