El zaragocismo protagonizará hoy la mayor movilización de toda su historia para un partido de Liga. En una caravana interminable de amor por unos colores, más de 11.000 personas pondrán esta mañana rumbo a Valencia en un ejercicio admirable, maravilloso y, si se quiere, hasta asombroso de responsabilidad y de cariño por una camiseta. La respuesta de la afición, histórica y sin precedentes, es la fascinante verificación de que el zaragocismo está completamente vivo y de que tiene indudable categoría de Primera.

La caravana de la salvación asegura un día hermoso y festivo. Pero al final, el futuro del Zaragoza se resolverá en un partido de fútbol. La afición ya ha marcado el primer gol. Al equipo le corresponde ahora estar a la enorme altura de sus seguidores, ganar al Levante, sellar la permanencia y celebrarlo como semejante éxodo merece. Hay 11.000 razones para no fallar.