REAL ZARAGOZA

Sabin Merino, el breve

La gran apuesta del último mercado invernal saldrá tras cinco meses de bajo rendimiento

Sabin Merino, durante su presentación como nuevo jugador del Real Zaragoza.

Sabin Merino, durante su presentación como nuevo jugador del Real Zaragoza. / JAIME GALINDO

Fue el último en llegar en el mercado invernal y va a ser uno de los primeros jugadores con contrato en vigor en salir en el de verano. La misma dirección deportiva que hizo su gran apuesta por él en enero le ha buscado salida antes de empezar a trabajar en julio y ha cerrado su cesión al Atlético de San Luis mexicano, que tendrá una opción de compra voluntaria sobre el 70% de sus derechos por 500.000 euros. Aunque el delantero tiene contrato con el club aragonés hasta 2025, su estancia en el Real Zaragoza ha durado cinco meses, un tiempo en el que ha pasado sin pena ni gloria por el equipo de JIM: cero goles en 909 minutos jugados.

Sabin Merino ha sido otra de las apuestas fallidas de Miguel Torrecilla en ataque, como el Toro Fernández o Álex Alegría. Ahí ha estado el principal talón de Aquiles del director deportivo. El delantero vasco llegó sobre la bocina del mercado de enero ante la imperiosa necesidad del equipo de reforzar su delantera, de encontrar un gol que le estaba llegando con cuentagotas. Merino llegó en propiedad tras desvincularse del Leganés y firmó tres años y medio de contrato.

Con la camiseta del Leganés había hecho dos goles en los 14 primeros partidos del campeonato, con la del Real Zaragoza no vio puerta. Fue titular nada más llegar, contra el Málaga, y desde la jornada 28 hasta la 42 participó en todos los partidos, doce de ellos como titular y los otros tres con una media de veinte minutos de juego saliendo desde el banquillo. Tuvo oportunidades hasta el final, incluso cuando el equipo ya no se jugaba nada, pero terminó la temporada en blanco. Iván Azón le ganó la partida de la efectividad con una espectacular recta final de temporada y menos minutos que él sobre el césped.

Su rendimiento en el Real Zaragoza ha resultado por debajo de lo esperado, lejos de ser el delantero de referencia, el goleador que necesitaba el equipo. Su intención era continuar en La Romareda para demostrar que hasta ahora no había ofrecido su mejor versión, así se lo hizo saber al club cuando terminó la competición, y el nuevo técnico, Juan Carlos Carcedo, aseguró contar con él en una entrevista en este diario.

«Sabin es un activo que tenemos, un futbolista contrastado en la categoría que ha tenido sus rachas en equipos y que ha marcado goles. Hay que intentar que el jugador se encuentre en las mejores condiciones y darle recursos, que el equipo sea equilibrado, pero también valiente para que ellos tengan también ocasiones. Sí cuento con él, es un jugador que está con nosotros y es útil», aseguró el nuevo técnico.

La salida

Sin embargo, Sabin Merino ni siquiera estará la semana que viene en Zaragoza para comenzar la pretemporada con el equipo aragonés. Las famosas sinergias con las que el club espera encontrar refuerzos de calidad a precios razonables han hecho posible en este caso su salida a México, al Atlético de San Luis, equipo franquicia del Atlético de Madrid. De esta forma, el club aragonés se libera de la ficha del atacante, en torno al medio millón de euros, que puede destinar a reforzar el equipo.

Con la salida de Merino, el Real Zaragoza necesita más delanteros. Iván Azón está a punto de renovar con el club, Narváez tiene contrato aunque se le busca una salida y Nano Mesa y Álvaro Giménez han regresado al Cádiz tras su cesión, por lo que Juan Carlos Carcedo apenas tiene efectivos en una de las posiciones clave del equipo. Precisamente las sinergias con los clubs relacionados pueden traer hasta Zaragoza a Giuliano Simeone desde el Atlético de Madrid, del que también se intenta traer a Borja Garcés y del que se ha intentado a Riquelme y Camello.

El gol es fundamental para aumentar las aspiraciones del equipo y Torrecilla va a tener una nueva oportunidad para intentar acertar en su apuesta. Para no repetir casos como los de Sabin Merino, el breve.

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