La actualidad del Real Zaragoza

La alargada sombra de Azón: nadie como Iván

Las cinco alternativas configuradas para encontrar pareja a Giuliano no han hecho olvidar al canterano

Giuliano se lleva las manos a la cabeza tras la recaída de Azón durante el partido disputado en La Romareda ante la Ponferradina.

Giuliano se lleva las manos a la cabeza tras la recaída de Azón durante el partido disputado en La Romareda ante la Ponferradina. / Jaime Galindo.

Jorge Oto

Jorge Oto

La ausencia de Iván Azón durante la inmensa mayoría de una temporada aciaga para el delantero aragonés sigue siendo un lastre demasiado pesado para un Real Zaragoza incapaz de suplir la baja del canterano, que apenas ha podido actuar en diez partidos y solo en cinco como titular.

La sucesión de lesiones y la demora en su recuperación está siendo un obstáculo demasiado elevado para el equipo y para Giuliano, que ya pareció adivinar lo que se venía encima cuando protagonizó aquella llamativa imagen llevándose las manos a la cabeza tras la recaída de su compañero ante la Ponferradina. «Me echo las manos a la cabeza porque Iván es un jugador que nos puede dar muchísimo pero que no está jugando tanto como todos querríamos. Por eso reaccioné así, porque nos compenetramos muy bien y creo que podemos tener una forma de ataque que le puede dar mucho al club. Que vuelva a caer no es bueno para nadie», dijo Simeone en una entrevista concedida el 9 de febrero a este diario

La primera baja del zaragozano no afectó al dibujo de Carcedo, que siempre jugó con un punta y que no pudo contar con Azón hasta la sexta jornada como consecuencia del edema óseo sufrido por el ariete apenas unos días antes del estreno liguero. De hecho, el riojano eligió jugar con Narváez en punta en las dos primeras citas dejando a Giuliano en el banquillo. A partir de la tercera, el argentino ya formó parte de un once del que no desaparecería, aunque casi siempre demasiado lejos del compañero más cercano como consecuencia del 4-2-3-1 en el que Vada, o en menor medida Eugeni, ejercían en la mediapunta.

Pero la llegada de Escribá y el consiguiente cambio de dibujo al 4-4-2 diseñaba un Zaragoza en el que Giuliano y Azón formaban una pareja atacante que, sin embargo, apenas ha coincidido en contadas ocasiones debido a las lesiones del aragonés. Una veintena de partidos lleva ya sin él un Zaragoza en el que solo Mollejo llegó a cumplir de algún modo como acompañante de Giuliano, si bien el manchego apenas hizo dos tantos como delantero (ante el Sporting en La Romareda y en Villarreal). Eso sí, ambos sirvieron para ganar.

Pero Mollejo tampoco hizo olvidar a un Azón que, junto a Bebé, aún posee el mejor promedio goleador del equipo (un tanto cada 200 minutos). Claro que la lesión del manchego está siendo fatal para un Zaragoza en el que Escribá no ha logrado encontrar el mejor acompañante para Giuliano ni siquiera cambiando el dibujo. Por ahí han pasado ya cinco alternativas, ya sea al lado del argentino o en la mediapunta, donde ni Bermejo ni Vada han contribuido a paliar la desesperante falta de gol. Arriba, Puche y Gueye han formado en alguna ocasión de inicio junto a Giuliano, pero ambos han carecido de acierto. La sombra de Iván sigue siendo demasiado alargada. De hecho, Escribá también ha recurrido al juvenil Pau Sans, que aún no ha sido titular. 

El caso es que desde la recaída de Azón solo marca Bebé, el último en llegar y un jugador que se desenvuelve en la banda izquierda. El luso ha anotado los dos únicos goles logrados por el equipo aragonés a lo largo de los cinco encuentros que acumula ya de baja el canterano, que afronta la recta final de su recuperación.

De hecho, y a pesar de que el delantero zaragozano sigue sin ejercitarse con el grupo cuarenta días después de su última lesión, su regreso está cercano o, al menos, eso se asegura desde el club. El objetivo es que pueda estar disponible en el derbi ante el Huesca.