La actualidad del Real Zaragoza

Escribá no se calla

El técnico señaló a Vada y a los servicios médicos por la lesión del argentino, pero en los últimos meses había apuntado a Gueye, James, Bebé, los centrales o Zapater, lo mismo que a la intensidad del equipo tras caer en Málaga o a la poca capacidad en ataque

Escribá da instrucciones a sus jugadores en el partido ante el Málaga en La Romareda.

Escribá da instrucciones a sus jugadores en el partido ante el Málaga en La Romareda. / JAIME GALINDO

S. Valero

Desde su llegada Fran Escribá marcó una distancia clara con Juan Carlos Carcedo en el discurso. Si el entrenador riojano rehuía las preguntas complicadas y acudía a tópicos para solventarlas, el nuevo técnico no lo hace, cada vez menos de hecho. Sus ruedas de prensa son más largas que las de su antecesor y sobre todo, con un verbo más fácil y con una mayor experiencia, no esquiva ninguna cuestión, hablando con una sorprendente claridad dentro de un discurso cuidado y sin borrones ni nervios, por lo que está claro que Escribá dice exactamente lo que quiere decir. Y, de un tiempo a esta parte, es mucho, tanto de jugadores a nivel individual (Vada, Gueye, Bebé, Zapater, los centrales, James...), como del rendimiento del equipo a nivel global, con la sangrante goleada en Málaga como el pico de esa sinceridad. 

El último ejemplo fue en la sala de prensa del Ciudad de Valencia. Se le preguntó por las molestias de Vada y mandó un misil claro al centrocampista y a los servicios médicos por no saber que saltaba al campo con un vendaje en el muslo derecho, si bien Vada se dolía del aductor izquierdo al retirarse, con una lesión que apunta a pequeña rotura y a dos semanas de baja. "Me fastidia que un jugador salga con una venda en una zona y que yo no tenga esa información. Es un error muy grave y para mí tiene mucha importancia”, dijo el entrenador, que dejó en el banquillo al argentino tras el error en el gol del Albacete, donde dejó la marca de Carlos Isaac y del que habló justo antes de viajar para jugar contra el Levante: “No estoy señalando, pero no es aceptable ahorrarse algo. Cuando es solo que algún jugador se ahorra una carrera defensiva o se despista lo que tiene que hacer es evitar eso”.

“Si defensivamente somos uno menos, tenemos un problema. Bebé tiene que trabajar, aunque venga de meses jugando poco», dijo del extremo en Huesca, donde vio la roja de Zapater como "pegarse un tiro en el pie"

Antes, esas palabras del entrenador ya tuvieron en Bebé y ante el Huesca un destinatario, al reconocer que al jugador de origen caboverdiano le había faltado trabajo defensivo con las subidas de Ratiu y Gerard Valentín, que generaban superioridad a Nieto. “Si defensivamente somos uno menos, tenemos un problema. Tiene que trabajar, aunque venga de meses jugando poco», le espetó en un partido que se equilibró con la expulsión de Zapater en una acción en la que levantó la pierna en demasía. Aunque después reconoció que López Toca expulsó al capitán condicionado por la roja que había mostrado antes a Pulido, al acabar el duelo en El Alcoraz aseguró que “tenemos que ver que teníamos el partido en la mano y nos pegamos un tiro en el pie”.

Los centrales

También señaló a los centrales, Jair y Francés, en la goleada del Alavés, a los que culpó cuando se le preguntó por el mal partido de Gámez en el lateral: "En el tercero no se marcó a Villalibre, que estaba solo en el centro del área pequeña entre nuestros dos centrales, que no se perfilaron, ni tomaron la marca, ni chocaron con él y remató solo. Es una falta de concentración muy grave", espetó. Francés al partido siguiente pasó al banquillo y el eje de la zaga se ha llenado de rotaciones en la últimas semanas. Con todo, es de Gueye del que más ha hablado, para defenderlo de las mofas ante la Ponferradina o resaltando su esfuerzo ante el Albacete, pero también dejando claro que el futbolista debía poner más de su parte: “Su adaptación no está siendo la adecuada, y ya debería haber sido, porque eso se puede decir en octubre pero no a estas alturas. Nos habría gustado que fuera mayor, tanto con el idioma como en la comprensión, pero le cuesta y le está perjudicando”, decía en enero.

“Su adaptación no está siendo la adecuada y ya debería haber sido", afirmó de Gueye y reconoció que ante el Burgos no lo sacó por "la experiencia de otras veces y el runrún de La Romareda, ya que creía que no nos iba a favorecer»

A Gueye lo pudo sacar ante el Burgos en casa, pero decidió no hacerlo, porque “si hubiéramos jugado fuera, le habría sacado porque Giuliano estaba muy cansado, pero por la experiencia de otras veces y el runrún de La Romareda, creía que no nos iba a favorecer», afirmó, recordando la reacción de la grada cuando jugó contra la Ponferradina. “No entiendo ni comparto esa burla que se ha detectado. Me duele que se le trate así”, había señalado ese día.

Tampoco se mordió la lengua con James Igbekeme al acabar el mercado de enero y después de no irse: “El club se lo dejó claro y él decidió quedarse. Está en su derecho, pero no va a participar", espetó con contundencia. Dos semanas después, se marchó cedido a Polonia, al Wisla Cracovia. Hasta a Cristian y de refilón le salpicaron las palabras del entrenador cuando el Zaragoza encajó siete goles ante Alavés (4) y Málaga (3), "y nos han rematado 8 o 10 veces. No recuerdo en estos dos encuentros alguna parada de Cristian”, dijo. El argentino no se sintió aludido por esas palabras en La Rosaleda, aunque el global de esa rueda de prensa sí hizo daño en el vestuario, propiciando una reunión de hora y media al regresar a Zaragoza, donde se habló de ese mal momento, pero también estuvieron presentes las palabras del entrenador.

"Tengo que elegir a los 11 que compitan, no a los que solo jueguen bien. Llevamos dos jornadas en que no hemos competido absolutamente nada", aseguró tras la derrota en Málaga

“Si no somos agresivos en el área contraria y si no chocamos ni una vez… Jugar bien es una cosa y competir es otra y no lo hacemos. Tengo que elegir a los 11 que compitan, no a los que solo jueguen bien. Llevamos dos jornadas en que no hemos competido absolutamente nada. Esto nos tiene que servir para mejorar, pero sobre todo nos tiene que doler muchísimo, después del partido y también antes. Si no, no nos sirve”, explicó tras la goleada en La Rosaleda, donde empezó afirmando que no quería hablar demasiado en caliente. En sus palabras en los últimos meses también ha habido espacio para los déficits de la plantilla, sobre todo ante el gol. “Si algo no se nos puede achacar es que no salimos siempre a ganar. Otra cosa es que no nos dé”, afirmó tras el empate en Lugo y una semana antes, al no poder ganar al Burgos, fue más claro: "Tenemos carencia de gol y eso es muy difícil de subsanar".

Al final, el mensaje ilusionante de no dar por perdida la temporada y de mirar a quedar lo más arriba posible que dejó claro a su llegada en noviembre fue virando con el paso de los días. No quería hablar de objetivos claramente, pero al final, la irregularidad del equipo, le llevó a admitir la verdad sin ambages. “Nuestra realidad está más en intentar una salvación cómoda y hacer un año tranquilo para sentar las bases de lo que venga luego”, aseguró antes de jugar en La Rosaleda, aunque después siempre ha manifestado en su seguridad en una permanencia, hasta “sin excesivas dificultades”.