La 8ª jornada de Segunda

Enrich y la caída

La justa roja del ariete al final de la primera parte condicionó un partido que constató el bajón de un Zaragoza que se ha extraviado 

El equipo ha perdido fiabilidad en defensa, suma dos jornadas perdiendo y sin marcar y su fútbol es demasiado escuálido y previsible

Galech Apezteguía muestra la roja a Enrich con el resto de jugadores zaragocistas protestando la acción.

Galech Apezteguía muestra la roja a Enrich con el resto de jugadores zaragocistas protestando la acción. / ÁNGEL DE CASTRO

El Real Zaragoza sumó ante el Mirandés su segunda derrota consecutiva tras caer antes en Ferrol, la primera en casa después de 10 meses con La Romareda sin ser asaltada por ningún enemigo, en un partido donde todo se le puso en contra al equipo, en un duelo que constató también que anda con la luz apagada en lo futbolístico. Nunca estuvo a pleno sol, ni siquiera cuando enlazó cinco victoria s consecutivas, pero entonces tiró de pragmatismo y de soluciones, pero ha ido perdiendo identidad con el paso de las jornadas y cada vez anda más justo en la asociación y en el ataque, mucho más si se queda con diez con una expulsión de Sergi Enrich que terminó por poner todo más cuesta arriba para un Zaragoza que está cogido con alfileres en su fútbol, algo que se vio claro en Ferrol y que se ratificó ante el cuadro jabato, tanto antes de esa roja como después.

En su estreno como titular para dejar en el banquillo a un Bakis abandonado por las musas, Enrich fue el protagonista con una roja de manual, tras levantar la pierna golpeando en la cara de Gabri, que se incorporaba tras un choque con Grau. La inferioridad puso el partido en japonés para un Zaragoza que agota soluciones, como la titularidad en las dos últimas citas de Grau o la apuesta por el propio Enrich, y que no es capaz de recuperar las que mostraba, con Maikel Mesa sin reencontrarse en la banda izquierda, Aguado relegado, Bermejo cada vez más apagado y jugadores como Toni Moya o Manu Vallejo muy alejados de su mejor versión.

El Zaragoza llega con cuentagotas y el descenso de la producción ofensiva es notorio. La tabla, esa segunda plaza, sujeta a un equipo que ha perdido el norte y que debe reencontrarse

El caso es que al Zaragoza le sostiene la tabla, esos 16 puntos y una segunda plaza que le puede arrebatar este lunes el Espanyol, pero el fútbol le ha abandonado en los últimos tiempos. La primera parte ante el Mirandés fue un buen ejemplo de ello, con un juego ramplón, sin velocidad y capacidad combinativa y solo con Valera como argumento. La película de terror se terminó de dibujar con esa roja a Enrich.

 Es verdad que el Zaragoza no le perdió después la cara al choque, que hasta rozó un gol salvador con Azón ante un Mirandés que solo fue a por la victoria al final, pero no es ser cenizo ni pesimista, por mucho que Escribá no los quiera tener cerca, si se asegura que este equipo ha entrado en una fase de vuelo bajo, que está lejos del bloque sólido y pragmático que dejó su portería a cero en las cuatro primeras jornadas y que aprovechaba cualquier resquicio para llevarse el gato al agua.

Ante el Cartagena el Zaragoza se llevó el triunfo aprovechando que el rival se marcó un gol y regaló otro, contra el Racing salvó un punto contra un enemigo que fue mejor en muchas fases del choque, en A Malata perdió con justicia en una segunda mitad de perfil muy bajo y ante el Mirandés volvió a mostrarse escuálido en su fútbol sin que la mirada a Galech Apezteguía, que siempre tuvo mejores ojos para el rival, sirva de ningún modo de excusa. Haría mal el Zaragoza en hablar del árbitro y no centrarse en el incremento de sus problemas.

El caso es que Escribá, que suma ocho cambios en el once, cinco en Ferrol y tres esta tarde ante el Mirandés, en dos partidos y que apostó por Lecoeuche recién recuperado para retirarse con molestias, se olvidó de Luna como relevo de Gámez o insistió en la suplencia de Marc Aguado y situó a Maikel Mesa de nuevo en la izquierda, no logra dar con la tecla para que el Zaragoza no deje de caer, lo que ya es una constatación definitiva, con 3 jornadas sin ganar, 2 sin marcar, un punto de 9 y 4 choques seguidos encajando. El libreto del equipo se ha torcido y hay que volver a los orígenes cuanto antes.