La opinión de Sergio Pérez

La superplantilla de Cordero y el verdadero Zaragoza

Juan Carlos Cordero fue regado con elogios este pasado verano por construir una plantilla sensiblemente mejor que la anterior y con nombres de peso en la categoría. Tiene, sin duda, nivel suficiente para aspirar al ascenso en competencia con otros equipos, más de los que al principio se presumían. El Zaragoza atraviesa un bache desde hace mes y medio. El partido ante el Oviedo es importante para Escribá y también para que la plantilla demuestre que es la de las alabanzas, no esta mustia del principio del otoño

Maikel Mesa, sonriente en un entrenamiento junto a Jaume Grau y Mouriño, con Luna y Enrich detrás.

Maikel Mesa, sonriente en un entrenamiento junto a Jaume Grau y Mouriño, con Luna y Enrich detrás. / ÁNGEL DE CASTRO

Sergio Pérez

Sergio Pérez

Conforme iba cerrando operaciones, la popularidad de Juan Carlos Cordero se fue disparando el pasado verano. Llegó el ‘ilusionómetro’ a un punto tal que en las presentaciones de los nuevos fichajes, la estrella más aclamada empezó a ser el director deportivo, eclipsando a los propios jugadores. Esa fotografía, cuyo recuerdo está todavía muy fresco, fue el retrato más perfecto del estado de euforia que se desató en la ciudad con la configuración de la plantilla y que tuvo como culmen la venta de todos los abonos disponibles en el estadio al ritmo del ‘Moverse, maños, moverse’.

Cordero mantuvo la base de la plantilla en defensa y en la portería, donde los retoques fueron mínimos, pero actuó a fondo en el centro del campo y en la delantera. Los nombres que fueron incorporándose al Real Zaragoza abonaron el caldo de cultivo por su indudable atractivo y peso en la categoría: Bakis, Maikel Mesa, Enrich, Manu Vallejo, Toni Moya, Marc Aguado o Valera. Un poco de todo, futbolistas para rendir desde ya, no pasado mañana, y material de mucha mayor calidad que lo que había. Una superplantilla para Segunda, vino a concluirse.

Ese equipo, dirigido por Fran Escribá, comenzó la temporada con el pie a fondo en el acelerador y un extraordinario pleno de triunfos en las cinco primeras jornadas. Ahora atraviesa un profundo bache de resultados y ha caído desde el liderato hasta fuera del playoff. En un momento y en el otro, la plantilla era la misma que en verano fue regada con todo tipo de elogios. Eso sí, este primer tercio de campeonato ha servido ya para poner en contexto el nivel del equipo en comparación con los demás. Hay más candidatos reales de los que se presumían.

La conclusión es la misma antes y después. Cordero construyó una muy buena plantilla, con muchas más virtudes que defectos, que también tiene algunos acusados, y armas suficientes para aspirar al ascenso a Primera División en competencia con varios rivales más. El Real Zaragoza no está ni mucho menos solo en esa pelea. Al paso por el primer tercio del campeonato, el equipo atraviesa un bache que ha empezado a afectar a la credibilidad de Escribá. El partido contra el Oviedo es importante para el técnico, pero el momento es también indemorable para que los jugadores se reivindiquen y demuestren con una victoria y un cambio de tendencia futura que son esa superplantilla que ilusionó tanto que agotó los abonos de La Romareda. Que el verdadero Zaragoza es el de las alabanzas, no este mustio del último mes y medio.