Cordero eligió a Mollejo antes que a Carlos Martín

Carlos Martín, una de las sensaciones de la temporada, estuvo a punto de ser jugador del Real Zaragoza el pasado verano. El fichaje del punta, que acumula ya 13 tantos y dos asistencias en un Mirandés en el que es pieza clave, llegó a darse casi por finiquitado por parte de un club aragonés que tenía en el delantero madrileño a una de sus opciones prioritarias para reforzar un ataque sometido a una profunda remodelación. Tras una brillante campaña en el filial atlético, en el que marcó 20 tantos en 34 partidos para ser determinante en el ascenso a Primera RFEF, Carlos Martín sería uno de los tres jugadores que, como máximo, la normativa permite que un mismo club ceda a otro. 

Los otros dos tenían plaza fija. Tanto el director deportivo, Juan Carlos Cordero, como el entonces entrenador, Fran Escribá, tenían claro que Germán Valera, que venía de completar una notable temporada en el Andorra, tenía que ser uno de ellos. La otra plaza se reservaba para Santiago Mouriño, el prometedor central uruguayo que, en principio, no tendría sitio en la primera plantilla del cuadro rojiblanco. Pero había que esperar a que Simeone, que quería ver al defensa, abriera la puerta y diera su consentimiento a la salida. Finalmente, Mouriño también recaló en La Romareda.

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Pero con Carlos Martín hubo controversia. Y es que, mientras Escribá siempre tuvo claro que el delantero madrileño tenía que ser el tercer jugador del Atlético que recalara a préstamo en el Zaragoza, Cordero tenía otros planes. Porque el cartagenero, a la hora de elegir, señaló a Mollejo, al que consideraba más fiable al contar ya con experiencia en la categoría (ha jugado ya con Mallorca, Deportivo, Tenerife y Zaragoza en Segunda), conocía la ciudad y el club tras haber recalado ya cedido en La Romareda en la 22-23 y aseguraba 30 partidos y menos dudas en cuanto a carácter que un futbolista al que Cordero veía todavía sin hacer de cara a una campaña que se presentaba muy exigente. 

Cordero consideraba a Mollejo más fiable al contar ya con experiencia en la categoría (ha jugado ya con Mallorca, Deportivo, Tenerife y Zaragoza en Segunda), conocía la ciudad y el club tras haber recalado ya cedido en La Romareda en la 22-23 y aseguraba 30 partidos y menos dudas en cuanto a carácter

Así que el director deportivo impuso su postura y desestimó a Carlos Martín, que encontró acomodo rápidamente en el Mirandés, que esperaba desde hace tiempo la negativa del Zaragoza para lanzarse a por un futbolista al que pretendía convertir en pieza angular de un equipo en el que el madrileño, a punto de cumplir 22 años, iba a ser capitán general. Y así ha sido. Solo Peque, autor de 15 goles en el Racing, y el pichichi Braitwhaite (Espanyol), que ya ha anotado 18 dianas, superan a Martín en la tabla de máximos realizadores.

El delantero, que ha anotado de penalti cinco de sus 13 tantos, anota uno cada 159 minutos, lo que contrasta con el desastroso caudal realizador de un Zaragoza que, por cuarta temporada consecutiva, está negado con el marco contrario. De hecho, ya es el cuarto equipo que menos goles marca de Segunda (28) y acumula ya cuatro encuentros consecutivos (0-0 en Villarreal, 0-1 en casa contra el Amorebieta, 2-0 en Valladolid y 0-1 ante el Espanyol en La Romareda) sin ver puerta.

Carlos Martín y el Real Zaragoza volverán a encontrarse el domingo en Anduva. El punta (se encuentra más a gusto como extremo izquierdo), que ya fue titular en el partido de la primera vuelta disputado en La Romareda (0-1 a favor del cuadro burgalés), será la principal amenaza de un Mirandés herido tras ser goleado por el líder, Leganés, en Butarque (4-0) pero con una ventaja todavía de seis puntos (uno menos que los aragoneses) sobre el descenso.

Martín ha marcado en Anduva once de los trece goles que adornan una brillante hoja de servicios en su estreno en Segunda

Martín, que finalmente no fue incluido por Santi Denia en la citación de la selección española sub-21, ha marcado en Anduva once de los trece goles que adornan una brillante hoja de servicios en su estreno en Segunda. Sus números, mejores incluso que los de Raúl García (ahora en Osasuna), advierten a un Zaragoza al que el atacante estuvo a punto de llegar a lo largo de un verano en el que acabaron aterrizando Bakis, Sergi Enrich, Manu Vallejo o Mollejo, de nuevo obligado a salir al rescate de un Zaragoza inoperante arriba. Sin ser delantero, el manchego es el segundo máximo realizador del equipo con 5 goles (4 en Liga y uno en Copa). 

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