Real Zaragoza

Edgar Badía, una opción latente

El meta está encantado en Zaragoza y valoraría muy positivamente la opción de seguir aunque sea en Segunda

El club solo se quedaría con el portero de forma obligatoria y a coste cero en caso de ascenso, una posibilidad ya nula en la práctica por la clasificación, por lo que habría que negociar con el Elche

Edgar Badía, en su presentación con el Real Zaragoza.

Edgar Badía, en su presentación con el Real Zaragoza. / JAIME GALINDO

Santiago Valero

Edgar Badía está encantado en el Real Zaragoza y, llegado el caso, vería con muy buenos ojos seguir en el club aragonés la próxima temporada incluso si el equipo, como parece cada vez más seguro en la práctica, no consigue el ascenso a Primera División. La continuidad del meta en La Romareda sería segura en caso de retorno a la máxima categoría ya que el Zaragoza tiene una opción obligatoria a coste cero en caso de lograr el ansiado retorno a la máxima categoría, asumiendo el contrato que tiene en el Elche por un año más. Sin embargo, Edgar, de 32 años, está plenamente adaptado a la ciudad y al club y, por ello, su continuidad en ese escenario de plata no estaría descartada ni mucho menos.

El portero tiene contrato hasta 2025 y la entidad alicantina estaría obligada a asumir el incremento salarial establecido en caso de que el equipo franjiverde ascienda a Primera, una posibilidad que se ha incremetado en los últimos meses con la buena dinámica del Elche. De este modo, su llegada en propiedad al Real Zaragoza podría acometerse a través de una rescisión del año que todavía le quedará con el club ilicitano al término de la presente temporada. En el Martínez Valero sabe que no tiene sitio, como le dejó claro Beccacece abriendo la puerta de salida y fichando a Dituro en enero. En todo caso, con el Zaragoza en Segunda la negociación entre clubs sería obligada, aunque parece fácil pensar que el Elche no pondrá muchas trabas a su adiós si continúa el mismo entrenador.

Badía se ha afianzado en el marco zaragocista desde que, a primeros de enero, se convirtió en el primer fichaje de Juan Carlos Cordero en el mercado invernal. Su llegada (considerada prioritaria ante la baja por lesión de Cristian, que volvió en febrero a las convocatorias, manteniendo el catalán la plaza de inicio para caer con otra dolencia muscular, esta en el sóleo, a finales de ese mes y la falta de solvencia de Poussin y Rebollo) ha aportado seguridad a una portería que ha convertido en su coto privado. Titular desde que llegó, el catalán ha encajado ocho tantos en los 11 partidos que ha jugado como blanquillo. En 5 de ellos dejó la portería a cero.

Cristian, tras una temporada muy dura por las lesiones, tiene un año más, igual que Rebollo, mientras que Poussin firmó hasta 2026. La salida del galo es segura y la del onubense también es una posibilidad factible

Badía es, de hecho, uno de los porteros de la categoría de plata que más paradas hacen por partido, con 2,8 de media. En el Elche jugó las siete jornadas iniciales hasta que Beccacece lo relegó a la suplencia para que apostara por Miguel San Román. En el conjunto ilicitano llegó a las 3,7 de media por choque. El curso pasado, en Primera, pese a ser el arquero más goleado en el claro descenso ilicitano fue también el que más intervenciones realizó en la máxima categoría, con 139 paradas.

Salidas seguras

La portería zaragocista tiene ahora mismo con contrato en vigor para la próxima temporada a los tres arqueros que la empezaron, ya que Cristian renovó de forma automática hasta 2025 cuando jugó ante el Eibar en octubre, partido precisamente en el que se lesionó. El argentino, primer capitán y con 38 años, está viviendo una temporada muy dura por las lesiones. A Poussin, con dos cursos más firmados, se le buscará destino con total seguridad en verano, intentando eludir la rescisión, solo como fórmula final, lo que ya se intentó en enero, pero el arquero francés solo contempló regresar a su país y la opción del Albacete se cayó al final. Mientras, Rebollo, con un año más, es factible también que salga, algo que ya se planteó tras el mercado invernal, pero el club cerró esa puerta.

Formado en las categorías inferiores del Espanyol, donde estuvo siete temporadas, e internacional con España hasta sub-19, selección con la que levantó el Europeo siendo el arquero titular en 2011, Badía llegó a debutar como jugador perico en la Copa ante el Córdoba en la 11-12 antes de poner fin a su etapa en ese club y marcharse en 2013 firmando por un año al filial del Granada, donde estaba Juan Carlos Cordero como director deportivo, en la longeva etapa del ahora ejecutivo zaragocista en Los Cármenes, entre 2009 y 2016. Llegó allí Badía para ser el tercer portero del Granada de Lucas Alcaraz y jugar en el segundo equipo, pero Dimitrievski, ahora arquero del Rayo, le ganó la partida para irse en enero de 2014 al Reus, que estaba entonces en el Grupo 3 de Segunda B. Con el equipo catalán consiguió el ascenso a Segunda con Natxo González en el banquillo y dos meritorias permanencias, la primera de ellas también con el exentrenador zaragocista, antes de que la crisis y la mala gestión del Reus provocaran su descenso administrativo en la 18-19, sin que ya jugara en la segunda vuelta de aquel campeonato el conjunto catalán.

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