Entrevista | Centrocampista del Mallorca y canterano del Real Zaragoza

Manu Morlanes: "Sé diferenciar el fútbol como pasión y como trabajo, no es una espina clavada no haber jugado en el Zaragoza"

"Tengo en el fondo del corazón ese sentimiento zaragocista, el que es del Zaragoza lo es para siempre. De pequeño era de los que iba a cantar al campo, muy forofo", asegura, además de reconocer que uno de sus sueños es jugar en La Romareda: "Por qué no estando allí, pero al menos como rival, ojalá en Primera y yo con el Mallorca"

Sobre la final de Copa del sábado ante el Athletic, asegura que "sobre el papel no somos los favoritos, pero nos estamos encontrando bien, llegamos en buen momento y seguro que será un partido muy disputado"

Manu Morlanes posa en las instalaciones del Real Mallorca.

Manu Morlanes posa en las instalaciones del Real Mallorca. / DIARIO DE MALLORCA

Un año y dos meses después de su llegada al Mallorca cedido con opción de compra de cuatro millones desde el Villarreal se apresta Manu Morlanes a jugar ante el Athletic su primera final de Copa después de haber caído de pie en el club balear, donde está teniendo mucha presencia con Javier Aguirre. El centrocampista zaragozano salió en 2012 de la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza para irse en infantiles al submarino, donde llegó a la élite y vivió cesiones en el Almería y el Espanyol antes de recalar en el Mallorca, en el que suma 39 partidos de Liga, y un total de 44 oficiales, desde enero de 2023.

Una final de Copa por delante para usted y para el Mallorca. ¿Más ilusión que nervios o al revés?

Se afronta con mucha ilusión y ganas, porque somos unos afortunados de poder disfrutar de estos momentos. El Mallorca no acostumbra a vivir finales, pero la última que jugó la ganó (2003)… Venimos en un momento muy bueno, sabemos que sobre el papel no somos los favoritos ante el Athletic, pero el equipo está muy motivado y con la gente que se va a desplazar vamos a ser más fuertes para intentar esa victoria.

¿Les favorece ese papel de víctimas? ¿Les gusta asumirlo así?

No es un papel ni cuestión de ser víctima o no, sino que jugamos contra un rival que hasta esta semana estaba metido en Champions. Otra cosa es que en una final no sea tan determinante ser favorito o no. Nosotros nos estamos encontrando bien, llegamos en buen momento y seguro que será un partido muy disputado.

"Ganar un título es un sueño, lo máximo como jugador, mucho más si estás en un equipo del tamaño del Mallorca. El club, la afición y el equipo ya hemos conseguido un gran primer premio al disputarla, pero ahora queda el paso de lograrlo"

¿Qué supone para usted poder ganar esa Copa en lo personal?

Pues es un sueño más. Los que hemos jugado al fútbol desde pequeños sabemos lo difícil que es llegar a la élite y aún es más difícil consolidarse. Yo ya he dado esos pasos, estoy viviendo una buena etapa a nivel personal ahora, jugando bastante y aportando en un equipo que además como bloque también funciona. A todo eso le añado la opción de ganar un título, que para un jugador es lo máximo, mucho más si estás en un equipo del tamaño del Mallorca, donde cuesta mucho más plantarte en una final. El club, la afición y el equipo ya hemos conseguido un gran primer premio jugándola, pero ahora queda el paso de lograr la Copa, porque sería poner una guinda maravillosa a todos los niveles.

 

Su cesión con opción de compra desde el Villarreal en enero de 2023 ha sido un paso muy positivo para usted. Al menos, eso parece desde fuera.

Es así, hay veces que uno tiene que salir de la zona de confort y buscar nuevos retos. En Villarreal llevaba muchos años, lo veía como mi casa y el cuerpo y la mente me pedían otras cosas, necesitaba más minutos y sentirme importante. Y eso lo he encontrado en el Mallorca, en un proyecto y en un club donde se están haciendo las cosas muy bien y dando pasos para crecer, reforzándonos muy bien en esta temporada. Me siento muy cómodo y de la mano con esta entidad.

"Yo estaba en la cantera cuando Javier Aguirre era el entrenador del Zaragoza y nos salvamos ante el Levante en la última jornada. Es muy experimentado, se sabe manejar en momentos difíciles y críticos y estoy aprendiendo mucho con él, sobre todo en facetas defensivas, porque ahí incide mucho, y creciendo como jugador"

 

¿Qué está suponiendo trabajar con Javier Aguirre para usted? Él también tiene un pasado zaragocista.

Sí, lo hemos hablado alguna vez, sabe que soy allí y que estaba en la cantera del Zaragoza cuando aquel partido que nos salvamos ante el Levante en la última jornada (2011). Es un entrenador muy experimentado, que se sabe manejar en momentos difíciles y críticos, llegó al Mallorca y prácticamente lo salvó él, después acabamos novenos la temporada pasada, este año la final de Copa… Estoy aprendiendo mucho con él, sobre todo en facetas defensivas, porque ahí incide mucho, y creciendo como jugador.

Usted se va del Zaragoza en 2012. ¿Fue un paso difícil irse al Villarreal?

Pasaba al infantil A entonces, tenía trece años y llevaba tres en la cantera, desde el alevín B. Había jugado antes en el Miralbueno y en el Oliver. Ese paso de salir fue duro, el año en el que me voy el Zaragoza se acababa de salvar con Manolo Jiménez y el Villarreal había bajado a Segunda, por lo que me iba a otro club que estaba en un escalón más abajo. Cuando vi las instalaciones y lo bien que se trata la cantera allí no dudé y se pudo dar, solo tengo palabras de agradecimiento hacia el Villarreal y además tuve la fortuna de llegar al primer equipo, que no es nada fácil porque hubo muchos compañeros que no lo lograron. Fue una decisión muy positiva irme allí, me permitió curtirme y aprender muchas cosas que las llevo conmigo.

"He vivido muy de cerca ser zaragocista y saber lo que supone y ahora lo vivo desde otro punto de vista, desde más lejos, porque cuando eres profesional esto es un trabajo y defiendes al club que te da de comer, al que te debes y eso está por encima de sentimientos. Hay que saber diferenciarlo"

 ¿Y el Zaragoza qué supone en su carrera?

Es el club de mi ciudad, en el que di mis primeros pasos, siempre va a ser importante dentro de mí y está muy presente, es especial, porque allí están mi familia y mis amigos. Tengo en el fondo del corazón ese sentimiento zaragocista, el que es del Zaragoza lo es para siempre. Lo veo en mi padre, que ha ido a finales, a la Recopa a varias de Copa, siendo abonado…. Yo de pequeño era de los que iba a cantar al campo, muy forofo, era también socio y me ponía detrás de la portería y animaba como el que más. He vivido muy de cerca ser zaragocista y saber lo que supone y ahora lo vivo desde otro punto de vista, desde más lejos, porque cuando eres profesional esto es un trabajo y defiendes al club que te da de comer al que te debes y eso está por encima de sentimientos, hay que saber diferenciarlo. Ahora, a La Romareda apenas puedo acudir, porque estoy lejos y mi mujer es de Barcelona, pero por la televisión siempre que puedo lo veo. 

Morlanes controla un balón ante Ander Herrera en un partido del Mallorca.

Morlanes golpea el balón ante Ander Herrera en un partido del Mallorca. / DIARIO DE MALLORCA

El Zaragoza, unos años después de su salida, obtuvo también un ingreso por usted en la operación conjunta con Álex Millán.

Sí, es verdad. Siempre he dicho que uno de los sueños que mantengo es jugar en La Romareda, por qué no incluso con la camiseta del Zaragoza, pero al menos como rival. No lo he podido cumplir aún, porque no jugué allí cuando estaba en el Almería en Segunda. Ojalá se pueda cumplir en Primera, vistiendo yo la camiseta del Mallorca, lo tengo pendiente.

¿Y vestir la del Zaragoza es una espina clavada?

No, de verdad que no. Sé diferenciar lo que supone el fútbol como pasión y como trabajo. Están a otro nivel. Yo estoy muy feliz en el Mallorca y ojalá el Zaragoza algún día pueda salir de esa Segunda. Los sentimientos cuando llegas a la élite se dejan de lado y te centras en otras cosas que no es que sean más importantes, pero sí más necesarias. Si algún día llega, pues llegará, pero ni lo pienso. Yo lo que transmito a mi entorno es que ojalá pueda estar muchos años en el Mallorca, porque siento que voy de la mano con ellos, con un equipo que está en crecimiento como es mi caso y que creo que estamos en el mismo punto. Mi cabeza está solo aquí, he sido padre hace poco y ahora valoro y quiero esta estabilidad.

"Hay un error de base, un malentendido entre lo que la gente entiende como fútbol y lo que vivimos nosotros. Tenemos que pensar que nuestra carrera son pocos años, que somos un producto que solo sirve si funcionas bien… Es cuestión de aprovechar los momentos, las oportunidades y tomar decisiones"

Dio el paso de salir con solo 13 años y eso lo han hecho otros canteranos después. A todos se les pone como los ‘malos de la película’, como ejemplo de desapego al Zaragoza.

Es que hay un error de base, un malentendido entre lo que la gente entiende como fútbol y lo que vivimos nosotros. Cada situación tiene muchos factores, lo que ganas por un lado y lo que dejas de hacerlo por otro, yo entiendo lo que pueda decir la afición, pero lo que nosotros tenemos que pensar es que nuestra carrera son pocos años, que después nadie se acuerda de ti, que somos un producto que solo sirve si funcionas bien… Es cuestión de aprovechar los momentos, las oportunidades y tomar decisiones.

 

Cuando se fue en 2012 y el Zaragoza baja un año después, ¿se imaginaba que 11 años después seguiría en el pozo?

Es difícil de explicarlo y desde luego es una situación complicada. Me reconforta ver que gente más joven cada vez está acudiendo más a La Romareda, leer que hay un récord de socios, ver esa ilusión, el ambiente que se palpa en el estadio. Que ese zaragocismo se esté revitalizando es un gran síntoma, porque he visto unos años de transición, en los que la gente no asimilaba ni acababa de entender la situación y la realidad de este Zaragoza, que está peleando por recuperar su sitio en Primera, por meterse en el playoff, aunque ahora ya se le haya complicado mucho hasta eso. Ese zaragocismo latente, esa ilusión recuperada, para mí es el principio para volver a ver al Zaragoza en Primera y ojalá se logre dar con la tecla en el proyecto y pueda regresar lo antes posible.

 ¿Qué techo se marca como jugador a sus 25 años?

No miro muy a largo plazo. De momento, ya he logrado asentarme en Primera. ¿Quién me iba a decir a mí cuando empecé en mi colegio en Zaragoza, en el Julián Nieto Tapia, que iba a llegar tan lejos? Quiero seguir creciendo, mirando solo en dar pasitos cortos, sin parar, pero sin grandes metas mucho más allá. Ahora, el reto es la final de Copa y ese título, que bastante felicidad ya es y por eso hay que disfrutarlo.

 

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