El Huesca y Ziganda toman aire en Alcorcón (0-2)

El Huesca celebró este sábado su primer triunfo de la temporada y lo hizo ante un Alcorcón que cometió dos fallos en la primera parte que aprovecharon Manuel Loureiro y el ghanés Samuel Obeng para permitir que su equipo y su técnico, José Ángel Ziganda, tomen aire tras las dudas generadas por el mal inicio de temporada.

El conjunto oscense llegó a Santo Domingo en un momento muy delicado y, sin hacer un partido brillante, se llevó los tres puntos gracias al oficio que demostró en los momentos clave de la segunda parte y a la pegada que tuvo en la primera con dos goles precedidos por sendos fallos defensivos de los alfareros.

El primer tanto se produjo a los 21 minutos tras el saque de una falta desde el costado derecho de Oscar Sielva que remató de cabeza en el área Miguel Loureiro imponiéndose sin oposición a sus marcadores.

Sin casi tiempo para reponerse el Alcorcón volvió a cometer un error en fase ofensiva que permitió al Huesca recuperar el balón y montar un contragolpe en tres pases, el último de ellos a la espalda de la defensa alfarera para que Samuel Obeng recibiera en solitario, pillando desprevenido a Chema Rodríguez, que tiró mal el fuera de juego, y éste por bajo lanzó un disparo inapelable para Jesús Ruiz.

Con dos goles de desventaja el Alcorcón adelantó líneas y trató de llevar la iniciativa ofensiva, sobre todo con el atrevimiento que demostró el ghanés Emmanuel Addai, que realizó varios disparos que terminaron cerca de la portería defendida por Álvaro Fernández.

En la segunda parte el Alcorcón intentó dar la vuelta al marcador con la salida del portugués Dyego Sousa, que se mostró muy participativo y, a los 54 minutos, se inventó una jugada individual que terminó con un disparo fuera con la zurda que pudo servir para recortar distancias.

El Huesca se dedicó a mantener sus líneas juntas, no cometer errores de bulto en la circulación y ralentizar el juego con el balón en los pies, algo que desesperó al Alcorcón, que con el paso de los minutos empezó a cometer fallos de precisión debido a la impaciencia.

El equipo madrileño acabó con tres delanteros pero salvo un disparo lejano de Víctor García a los 88 minutos al lateral de la red apenas inquietó a la zaga visitante.