La plataforma on line de uso compartido de vehículos Uber aterriza ahora en Madrid una vez se ha asentado ya en Barcelona como herramienta de servicio de transporte entre particulares. El anuncio coincidió ayer con la protesta que diferentes representantes de taxistas españoles llevaron a la UE para denunciar ante las autoridades europeas "estas prácticas ilícitas".

El portavoz de Uber Alex Droulers afirmó ayer que "UberPOP ofrece a los madrileños una alternativa fácil, flexible y asequible para moverse por la ciudad de forma segura". "Se trata de hacer mejor uso de los coches que ya se encuentran en la calle. Esta es una nueva manera de viajar que está cambiando el futuro de las ciudades en Europa, y que a su vez resuelve problemas como la congestión urbana, la falta de alternativas y la flexibilidad en movilidad", explicó.

Pero el gremio de taxistas no opina lo mismo. Y representantes de las organizaciones Fedetaxi, CTE y Unalt reforzaron ayer su alianza con homólogos europeos y expresaron ante la Unión Europea (UE) su rechazo a la "amenaza" que supone.

VIAJE A BRUSELAS La delegación de representantes de los taxistas viajó a Bruselas para mantener una reunión de coordinación con sus homólogos europeos y abordar con ellos estrategias y planteamientos comunes frente a los problemas del sector del taxi a nivel europeo, especialmente "ante el papel y actuaciones que está realizando la empresa Uber", señalaron la organizaciones en un comunicado.

Desde su punto de vista, los servicios que ofrece Uber son "contrarios tanto a las leyes de los Estados europeos como a la legislación comunitaria".

De hecho, los representantes de los taxistas de Suecia y Francia plantearán crear una "alianza europea de taxistas" y crear estrategias para obtener de las autoridades europeas "una respuesta contundente, de respeto a los derechos de los usuarios y para la persecución de las actividades ilegales de Uber en muchos estados de la UE".

El pasado mes de junio, la Comisión Europea (CE) señaló que las decisiones relativas a los servicios de transporte compartido no profesional como Uber recaen dentro de las competencias de los Estados miembros, después de que España pidiese a la UE abordar esta cuestión a nivel de los Veintiocho. Entonces, como ahora, miles de taxistas de ciudades como Barcelona, Madrid, Berlín, París o Milán, se movilizaron contra el intrusismo que, a su juicio, favorecen aplicaciones para móviles como Uber, compañía que tiene presencia en más de 160 países.