Urbanismo

El antiguo colegio Jesús y María se derribará para construir 160 pisos y un centro cívico

La propietaria del suelo, Wilcox, asumirá el coste a la construcción del equipamiento público, valorado en 6 millones | La operación exige una recalificación de los suelos y el aval del pleno

Imagen aérea del antiguo colegio Jesús y María, en la calle Cortes de Aragón de Zaragoza.

Imagen aérea del antiguo colegio Jesús y María, en la calle Cortes de Aragón de Zaragoza. / Jaime Galindo.

Carlota Gomar

Carlota Gomar

Fue en 1996 cuando se cerraron las puertas del antiguo colegio Jesús y María, en la céntrica y zaragozana calle Cortes de Aragón. Tras muchas intentonas para darle una salida a este edificio, el ayuntamiento ha alcanzado un acuerdo con la inmobiliaria aragonesa Wilcox, titular de los suelos, para derribar el antiguo edificio y construir 160 viviendas repartidas en dos bloques. El convenio, que exige una recalificación, incluye un centro cívico y mayores que correrá a cargo de la empresa. 

El concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, elevará a la Gerencia de Urbanismo de este jueves la propuesta, un pronunciamiento previo que debe contar con la mayoría de votos para poder iniciar los trámites que exige la modificación del planeamiento, ya que se trata de un terreno con usos educativos, no residenciales.

Según el edil, cuenta con los votos suficientes para sacar adelante esta operación que afecta a una de superficie de 28.892,46 metros cuadrados con capacidad para 160 viviendas libres, repartidas en dos edificios de diez y seis plantas (más ático). Esta parcela, con una superficie de 3.370,32 metros cuadrados, se situará junto a la avenida Goya y Cortes de Aragón, una zona muy cotizada. Como constraprestación, el consistorio dispondrá de 5.581,97 metros cuadrados, el 62% de la superficie total del antiguo colegio, donde se construirá el equipamiento municipal.  

El consejero de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano,  en rueda de prensa

El consejero de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano, en rueda de prensa / ÁNGEL DE CASTRO

Wilcox, que es la marca bajo la trabaja el propietario del suelo, Bilbao Patrimonial, ha presentado hasta tres propuestas diferentes en la última década. En mayo de 2020 proyectó 170 pisos. Un año después propuso hacer 210 viviendas y, dos meses más tarde, las rebajó hasta las 160. Lejos quedaban ya las 380 que planteó en 2007 y que, tras una larga batalla judicial, se desestimaron.

La última propuesta

En su último planteamiento, en julio de 2021, ya incluía en su proyecto las 160 viviendas libres que finalmente se construirán. Esta propuesta incluía una compensación económica por la revalorización que supone la recalificación para poder construir pisos en una zona que no ha dejado de revalorizarse.

Serrano ha explicado que el acuerdo con Wilcox incluye la construcción un equipamiento público donde se encuentra ahora mismo el colegio en desuso. Este inmueble, según explicó, está valorado en seis millones y pretende dar respuesta a una de las principales demandas vecinales del barrio, sin centro cívico que cubra las necesidades de los mayores y los más jóvenes.

Serrano ha insistido en que con este convenio se consigue cerrar otra de las brechas de la ciudad, revitalizando así esta pastilla del centro de la capital. Porque además de las viviendas y el centro cívico, se construirá un vial peatonal entre la avenida Goya y Cortes de Aragón y una plaza con zonas verdes, bancos y un espacio con juegos infantiles. 

Está por decidir todavía el número de plazas de aparcamiento. Serrano ha explicado que la inmobiliaria incluía en su proyecto 240, pero está negociando la posibilidad de ampliar el número para poder crear un parking subterráneo público, aunque gestionado por una empresa privada. Para los vecinos de la zona que se dote de nuevas plazas es clave ya que la mayoría de las viviendas del entorno tiene entre 70 y 80 años, por lo que carecen de garajes. 

Todavía no hay fecha para iniciar los trabajos. En la gerencia de este jueves se va a informar y, si los grupos dan el visto bueno, se iniciará el expediente para modificar el Plan General de Ordenación Urbana(PGOU) necesario para recalificar estos suelos, con un gran valor económico. 

Serrano calcula que, si todo va bien, en la comisión de finales de febrero se podrá aprobar inicialmente la modificación de planeamiento y en marzo de forma definitiva. A partir de entonces, los plazos los marcará Wilcox.