ZARAGOZEANDO

El parque Bruil de Zaragoza, cárcel para osos y refugio de quejas vecinales

En esta zona verde, inaugurada en 1965, estuvo en tiempos el campo del Zaragoza CD

El parque Bruil fue inaugurado en 1965 por el alcalde Gómez Laguna.

El parque Bruil fue inaugurado en 1965 por el alcalde Gómez Laguna. / MIGUEL ANGEL GRACIA

Iván Trigo

Iván Trigo

El parque Bruil es una de las zonas verdes más icónicas de Zaragoza. Es prácticamente la única de la que pueden disfrutar los vecinos del Casco Histórico, aunque su extensión (33.420 metros cuadrados) hace que sus usos y fines sean muy diversos. Por las tardes, es patio de recreo habitual de pequeños y familias de los colegios de la zona, pero precisamente ellos piden “más atención” para un parque que consideran “abandonado”.

Para tratar de que se escuchen sus demandas, las ampas del colegio Tenerías, de la escuela infantil del Parque Bruil y la asociación educativa Amonico han presentado una queja conjunta al Ayuntamiento de Zaragoza para denunciar “la dejación municipal”. “La suciedad está omnipresente. Es cierto que una parte de la ciudadanía no cumple con sus deberes cívicos, pero el estado general del parque refleja también una considerable falta de dedicación por parte de las contratas”, critican en el texto que han remitido al consistorio.

Desde estas asociaciones de madres y padres alertan también del estado de las zonas infantiles. “El columpio adaptado en una de ellas estuvo mucho tiempo inutilizado para ser desmontado y nunca repuesto. La goma del suelo conoció mejores tiempos. No se han reparado las placas desgastadas o rotas por el uso o por el paso del tiempo y de las inclemencias climáticas. El arenero está vacío, solo hay piedras”, lamentan.

Un cono señalizando un boquete en el parque.

Un cono señalizando un boquete en el parque. / MIGUEL ANGEL GRACIA

Más allá de las quejas, el parque Bruil es para el centro de la ciudad uno de sus principales pulmones. Destacan los árboles de gran porte e históricos, zonas infantiles hay varias, y las pistas deportivas han sido renovadas recientemente. La de fútbol se nombró en honor al jugador Ander Herrera y la de baloncesto, que destaca por su colorido, es un homenaje a Pilar Valero.

Y es que la relación del parque Bruil con el deporte viene de hace tiempo. La finca, ahora que tanto se debate sobre La Romareda, albergó el campo de fútbol del Zaragoza C. D., uno de los gérmenes del actual Real Zaragoza.

Fue el 19 de octubre de 1924 cuando se inauguró este pequeño estadio con un partido al que acudieron 6.000 personas, según recogió la prensa en la época. Y los restos de este campo de fútbol son hoy todavía visibles. La grada que se construyó es hoy el talud que recorre el centro del parque, si bien los asientos y bancos se han cambiado por arbustos y árboles.

En 1932, con la fusión del Zaragoza C.D. y el Iberia S.C., dando paso al club actual, el equipo se mudó al campo de fútbol de Torrero y en la finca que era el actual parque se siguieron celebrando competiciones y partidos menores. Después fue, durante poco tiempo, un canódromo, y a mitad del siglo pasado es cuando el ayuntamiento se hizo con las tierras y decidió abrir el que iba a ser el tercer parque en la ciudad tras el parque Pignatelli y el actual José Antonio Labordeta.

El oso Juan vivió en una jaula hasta que lo mataron.

El oso Juan vivió en una jaula hasta que lo mataron. / GRAN ARCHIVO ZARAGOZA ANTIGUA

Así, en 1965 el alcalde Gómez Laguna inauguró el nuevo parque, que se llamó Bruil porque este era el apellido del propietario original de los terrenos, Juan Faustino Bruil Olliarburu Bruil, un hombre de negocios que fue ministro de Hacienda de 1855 a 1866.

Y con la apertura del nuevo parque se inauguró también, a los pocos meses, un minizoo en el que vivieron en pésimas condiciones una pareja de osos, Juan y Nicolasa, una leona, monos babuinos y un jabato. Allí recibieron todo tipo de vejaciones por parte de los vecinos. En los años ochenta se cerró y hasta hoy el parque Bruil, que abraza el cauce del Huerva, sigue siendo una de las zonas verdes más importantes de la ciudad. Por eso los vecinos piden más mimo para esta zona verde.