"No podemos competir con Las Vegas, Macao y Orlando, pero seremos un híbrido". La combinación de juegos de azar y parques temáticos es el eje de la estrategia de International Leisure Development (ILD), la promotora del complejo Gran Scala. Su objetivo es atraer a Los Monegros a visitantes de Asia, África y Europa y explotar los hándicap de los centros mundiales del juego --Las Vegas y Macao-- y los parques temáticos --Orlando--. Los dos destinos estadounidenses padecen las consecuencias de las restricciones --legales y personales-- que el 11-S provocó en el tráfico aéreo en EEUU. Y Macao se ha convertido en la capital mundial del juego, pero solo atrae a apostadores. Los touroperadores prácticamente han desistido de organizar viajes turísticos por la falta de atractivos turísticos: las estancias se ajustan a lo que dura la cartera. El proyecto de ILD combina la instalación de cinco parques temáticos de un mínimo de cien hectáreas de extensión cada uno --en Orlando hay once-- con una apuesta por el juego de menor dimensión que las de Las Vegas y Macao. "Treinta y dos casinos es un número que puede competir en Europa", anotaron fuentes de ILD. La participación en la iniciativa de Aristocrat y Hot Games, dos de las principales firmas mundiales de equipos de azar, garantiza que Gran Scala vaya a contar con un parque de máquinas de última generación frente a planteles de hasta quince años de antigüedad como los existentes en Las Vegas. Los responsables de ILD prevén que esa circunstancia suponga un aliciente para atraer a parte del turismo que el azar genera en el planeta. Solo la meca del juego de Nevada atrae anualmente a más de 41 millones de jugadores.