Condenado en Zaragoza por robar cuatro móviles la misma madrugada

Dos Huawei, un Xiaomi S9 y un Samsung Galaxy A33. Este fue el botín con el que se hicieron dos jóvenes –Madkid Toukani Bessadi (Argelia, 2002) y Fabián Mendoza Giménez (Venezuela, 2003)– que asaltaron a sendas víctimas la madrugada del 12 de junio de 2022 en Zaragoza. Ayer, el primero de ellos reconoció los hechos ante el Juzgado de lo Penal número 3 de Zaragoza y aceptó una pena de cuatro años de cárcel como autor de cuatro delitos de robo con violencia.

Estos fueron los términos del acuerdo suscrito entre el ministerio fiscal –inicialmente solicitaba tres años de prisión por cada uno de los cuatro golpes– y la defensa ejercida por los abogados Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén, y que también recoge el pago de 995 euros de indemnización en concepto de responsabilidad civil. El joven argelino también deberá abonar 180 euros de multa por un delito leve de hurto y otro delito leve de lesiones. Y es que, en el momento en el que abordaron a una de las víctimas, le empujaron contra el suelo para llevarse la riñonera.

El segundo de los encausados, por su parte, se ausentó de su cita con la Justicia al encontrarse en paradero desconocido y, por ello, le consta una orden de busca y captura para ponerlo a disposición de la autoridad judicial. Ambos eligieron a sus víctimas en el entorno del centro de la capital aragonesa, concretamente, en la avenida Camino de las Torres y las calles Francisco de Vitoria y María Lostal.

Tanto Toukani como Giménez fueron detenidos en la calle José María Lacarra de Miguel una vez fue comisionada hasta allí una dotación de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Los agentes, tras entrevistarse con las víctimas, localizaron a dos jóvenes que compartían los mismos rasgos físicos que les habían aportado.

Los cuatro asaltos apenas se llevaron dos horas de diferencia desde que protagonizaran el primero de ellos a las 04.30 horas. En esa ocasión, en la avenida Camino de las Torres, abordaron a un joven por la espalda y le empujaron para que cayera al suelo. Fue el modus operandi al que recurrieron pocos minutos después para hacer lo propio, en las inmediaciones, con otros tres jóvenes.

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