Un cabo de la Guardia Civil destinado en Zaragoza acusa a varios agentes de la Policía Local de haberle apaleado en dos ocasiones el pasado jueves: primero, al reducirlo para detenerlo en el Actur; y después, cuando se encontraba en dependencias policiales.

Los hechos sucedieron la tarde-noche del pasado jueves en la puerta de un bar del Actur en el que el guardia civil estaba tomando unas cañas con un amigo y al que entró a hacer una inspección una pareja de policías locales de paisano.

Según consta en el atestado que entregaron al Cuerpo Nacional de Policía, el cabo comenzó a increpar a los agentes, les siguió cuando abandonaron el local y, una vez fuera, continuó dirigiéndose a ellos en el mismo tono. Tras negarse a identificarse cuando le pidieron la documentación, comenzó una pelea en la que un policía local resultó lesionado en un dedo y en la que el guardia civil fue detenido como presunto autor de los delitos de resistencia y desobediencia.

La versión que el cabo ofreció en el Juzgado de Guardia, y que hoy tiene previsto ratificar mediante la presentación de una denuncia, difiere de la de los policías. Aquel sostiene que uno de estos le provocó con un golpe en un hombro cuando iba al baño, le conminó a salir a la calle y, una vez allí, le amenazó.

Admitió que se negó a entregar su documentación y añadió que, en cuestión de instantes, se le echaron encima cuatro agentes de la policía local --varios, de la Unidad de Apoyo Operativo-- que comenzaron a golpearle.

Una vez en comisaría, según su versión, y tras ver que estaba hablando por su teléfono móvil mientras permanecía en una sala, entraron en ella cuatro policías locales que le apalearon de nuevo. El cabo sostuvo que en ningún momento les agredió y que únicamente se limitó a intentar zafarse.