Mónica Naranjo regresa a Zaragoza para presentar su nueva apuesta escénica, Madame noir, un teatro musical que muestra el rodaje de una película de cine negro en la década de los 50. La protagonista, interpretada por la cantante, es una actriz veterana venida a menos con un carácter explosivo. Además también participa el director de la película, el peluquero y la jefa de vestuario. El espectáculo se convierte así en dos horas de humor y música, donde el público se convertirá en parte del rodaje.

3--¿Cómo surge 4Madame Noir3?

--Me apetecía evolucionar un poco más y hacer cosas distintas. Después antes del estreno me asusté mucho porque regirme por un guión era algo a lo que yo no estaba acostumbrada. Pero no hay nada mejor que echarle un par de bemoles y salir adelante.

3--¿Por qué este formato?

--Era una asignatura pendiente. Hacia años que tenía la oportunidad de hacer una gira minimalista a piano. Después decidimos acompañarlo con una historia divertida, porque en los tiempos que estamos reír es una de las mejores medicinas.

3--¿Ha encontrado en los teatros su lugar?

--Adoro el teatro, es una de las cosas que más me gusta hacer en mi profesión. Los estadios están muy bien pero yo como intérprete pierdo mi sitio, me quedo vacía después de un concierto así. Volveré a hacerlo porque todo tiene su lado bueno, pero para mí el teatro es una manera de evolucionar y seguir creciendo.

3--¿Cómo fue la selección del repertorio de canciones?

--Elegí temas que para mí eran importantes plasmar en escena, temas que para mí han sido puntos importantes en mi vida personal como: Mi vida por un hombre, Ahora ahora o Lágrimas de escarcha.

3--¿Cómo se siente en Zaragoza y que dará a su público en fiestas?

--El público zaragozano es muy amable, generoso, cariñoso y receptivo. Da mucho gusto subir a un escenario y ver que vienen de verdad a verte y disfrutar. Es un gustazo estar aquí. A cambio les ofreceré buenos ratos de evasión y muchas risas, además de un paseo musical por los años 50 con mucho cachondeo.