Los conductores y paseantes observadores que recorran estos días la zona de la Ribera del Ebro, podrán apreciar un pequeño cambio en el paisaje. Desde el pasado lunes hay, en la salida del puente de Hierro, un nuevo modelo de semáforo en período de pruebas.

La instalación del prototipo en las proximidades del Ebro, hace ya dos días, todavía no ha aportado datos sobre su resistencia frente a los fenómenos atmosféricos. La ola de calor que asola la capital aragonesa solamente ha permitido probar el aguante de este nuevo material, el policarbonato, frente a las altas temperaturas.

El aparato, colocado a la altura del puente de Hierro con la calle Echegaray y Caballero, se caracteriza por por ser mucho más plano que el modelo vigente. Además, llama la atención la ausencia de visera, un elemento que la óptica de led no necesita ya que la temperatura que alcanza al iluminarse es mínima. Según la empresa Cerma & Arriaxa, adjudicataria del mantenimiento de los semáforos, esta eliminación se ha producido, sobre todo, por motivos estéticos ya que el aspecto de estos semáforos es mucho "más moderno y aerodinámico".

También es fundamental la renovación de los materiales ya que en este modelo se ha sustituido el metal por el policarbonato, un material termoplástico caracterizado, principalmente, por su gran resistencia a los impactos y a la temperatura. Según fuentes de Cerma & Arriaxa la principal ventaja que debería ofrecer este ejemplar es la resistencia al viento; toda una virtud en plena ciudad del cierzo. Desde el Ayuntamiento de Zaragoza destacan que con el desarrollo de este modelo se busca "un incremento en la durabilidad de los materiales".

La instalación de esta ingeniería es provisional ya que se encuentra todavía en fase de prueba y en unos días será retirado para observar los efectos que el viento ha tenido sobre su estructura. Aunque de momento no se construye en serie y los modelos instalados son prototipos únicos, desde la empresa adjudicataria afirman que su intención es equiparar el precio de producción al de los semáforos actuales.

En cuanto al consumo energético, como se mantiene la tecnología led, que ya se comenzó a utilizar en los semáforos instalados en las obras de la Expo 2008, se habla de cifras muy similares.

Este modelo está diseñado y construido en Zaragoza, no obstante, recuerda a los semáforos que, desde el año 2006, instala en Ayuntamiento de Barcelona para controlar el tráfico en la capital catalana.