Un vecino de Monzón (Huesca) de 29 años ha ingresado esta semana en prisión como presunto responsable de huir de un control de alcoholemia y drogas de la Guardia Civil y de intentar arrollar a uno de los agentes en el momento de maniobrar para darse a la fuga.

Según informa el Instituto Armado, los hechos tuvieron lugar en la mañana del pasado domingo en un punto de la carretera N-240 próximo a la localidad de Monzón en el que los agentes realizaban controles de alcoholemia y drogas de forma aleatoria.

Al parecer, el detenido, al observar que era advertido para detenerse en el control, cambió repentinamente su trayectoria para iniciar una rápida fuga e intentó atropellar a uno de los agentes, que saltó a un lado para evitar ser arrollado.

Durante la persecución, el joven desoyó las señales luminosas y acústicas de los agentes y llegó a invadir el carril izquierdo de la vía, poniendo en peligro la seguridad del resto de usuarios que circulaban por la zona.

El sospechoso, con abundantes antecedentes penales, fue interceptado por agentes de Tráfico de Binéfar y Barbastro, después de circular a gran velocidad durante cuatro kilómetros.

El titular del Juzgado de Instrucción 2 de Monzón ordenó ayer el ingreso en prisión del detenido como presunto responsable de delitos de atentado contra agente de la autoridad, resistencia y desobediencia, contra la seguridad vial, conducción temeraria y negativa a someterse a las pruebas de alcoholemia y drogas.

Este suceso se produce días después de la muerte de un guardia civil de tráfico en la localidad próxima de Barbastro, tras ser arrastrado de forma presuntamente intencionada por un vehículo en el que circulaban cuatro menores de edad, uno de los cuales fue ingresado en un centro cerrado como supuesto responsable.