Entrevista | José Luis Soro Consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda

"CHA no estará en un Gobierno que financie la unión de estaciones"

José Luis Soro, en el Pignatelli

José Luis Soro, en el Pignatelli / Efe / Javier Cebollada

Efe (Ainhoa García)

Tras ocho años al frente de la Consejería de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, de CHA, está satisfecho de haber puesto las bases de políticas estructurales de su departamento y querría repetir para rematar proyectos, convencido de que el próximo Ejecutivo aragonés será similar al actual, y aunque se plantea una negociación sin líneas rojas, asegura que su partido no estará en un Gobierno que financie con fondos propios la unión de estaciones de esquí del Pirineo.

Un asunto, afirma Soro en una entrevista con Efe, que seguro estará sobre la mesa en la conformación del nuevo Gobierno, pero advierte de que poner condicionantes a dos meses de la negociación, si dan los números, no tiene mucho sentido y de que, más allá de Canal Roya, que es "importantísimo", tendrán la obligación de evitar que gobiernen "la derecha y los franquistas".

Pregunta.- Estos cuatro años han sido una auténtica innovación con un cuatripartito con tres partidos de izquierdas y uno de centroderecha ¿Cómo definiría las relaciones?

Respuesta.- Creo que fui el primero que planteó esta posibilidad después de las elecciones, que no nos teníamos que resignar a un gobierno del PP y que había posibilidades de construir algo alternativo. Hubo mucha incredulidad, conseguimos hacerlo, era un reto ser capaces de gestionar en común salvando las diferencias y, poco a poco, hemos ido aprendiendo a hacerlo desde la lealtad. Evidentemente hay tensiones, sería ridículo decir que es una balsa de aceite, pero hemos aprendido a gestionarlas internamente e incluso hemos terminado la legislatura con la mayor de las discrepancias, o al menos la más notoria, que es la unión de estaciones, y estamos siendo capaces de que cada uno siga defendiendo su posición. Creo que hemos dado una lección y estoy seguro de que el próximo Gobierno será algo parecido a este.

¿Qué impronta ha dejado CHA en el Gobierno?

Una forma de estar en política, desde la cercanía, escuchando, recorriendo el territorio, con vocación de ser útiles para transformar Aragón, de no limitarte a gestionar, sino liderar y asumir riesgos, que desde el Departamento exigían una dosis muy alta de audacia, como ser capaces de recuperar Canfranc, de poner en marcha el plan extraordinario de carreteras, el mapa concesional de autobuses o las políticas de vivienda, teniendo muy claro que no hay que decir amén a todo lo que venga de Madrid.

Han tenido que gestionar una pandemia y sus consecuencias y después las de la guerra en Ucrania y me dirá que han estado a la altura, pero ¿qué cree que se podría haber hecho mejor?

La gestión de la pandemia es lo más difícil a lo que se puede enfrentar un gobierno, porque no había experiencias previas y, sobre todo, había muchísima incertidumbre. Necesariamente había que innovar, teníamos la responsabilidad de actuar y en ocasiones era prueba y error, pero lo que no podíamos era no atrevernos a movernos. La responsabilidad recayó en el presidente y en la consejera de Sanidad, lógicamente, pero avanzamos mucho en la corresponsabilidad, en no trabajar como compartimentos estancos, sino en sumar y trabajar como órgano colegiado. Creo que de alguna extraña manera fue positiva para cohesionar más al Gobierno.

Las necesidades en Sanidad por la pandemia obligaron a demorar las inversiones en carreteras, aunque ha encauzado el plan extraordinario y también el nuevo mapa concesional de autobuses. ¿Qué le ha quedado por hacer?

Siempre queda muchísimo por hacer. Hemos conseguido que a partir de ahora las carreteras pasen a ser una prioridad del Gobierno de Aragón. Eso se verá dentro de unos años con una inversión histórica de 630 millones. En autobuses hemos hecho la adjudicación provisional de las nuevas concesiones, que es una revolución. En materia de vivienda hemos convocado las ayudas a la rehabilitación. Es decir, hemos puesto las semillas para que germinen la próxima legislatura. Lo que sí que hemos conseguido ha sido culminar nuestros objetivos en Canfranc: construir una nueva estación, una playa de vías y urbanizar y recuperar para la ciudadanía toda la explanada y rehabilitar íntegramente el hotel, y la próxima legislatura será clave para poner los cimientos para conseguir la reapertura de la línea internacional.

La próxima legislatura también será crucial para la unión de estaciones de esquí, que CHA rechaza, hasta el punto de impulsar un informe desde su Consejería en el que se pone en cuestión el proyecto ¿Será determinante para que su partido repita en el Ejecutivo si dan los números?

Hay que ser prudente y después de las elecciones de mayo, cuando nos sentemos en junio a hablar, tendremos la obligación de evitar que nos gobiernen la derecha y los franquistas. Tendremos la obligación de llegar a un Gobierno, por lo tanto cuanto menos lo condicionemos, mejor. Ahora, es evidente que en las negociaciones para conformar gobierno la unión de estaciones va a estar muy presente. Vamos a ver finalmente quiénes conforman ese gobierno y en qué punto de tramitación está. Ya algunos de los impulsores empiezan a dar marcha atrás.

Pero sólo ponen en cuestión los plazos. Imagino que se refiere al presidente de la DPH, Miguel Gracia, que pide que lo financie el Gobierno de Aragón directamente, aunque no haya fondos europeos.

Lo que no va a estar en ningún caso CHA es en un acuerdo en el que el Gobierno haga esa inversión. Eso seguro. En democracia la minoría no puede imponerse a la mayoría. Estoy muy a gusto en un partido minoritario; somos muy libres a la hora de tomar decisiones, de mantener la esencia de lo que somos. Por supuesto que la nieve es prioritaria para algunas comarcas de Aragón, pero nadie me va a convencer de aquí a junio de que este modelo es sostenible. Por mucho que haya, si la hay, una declaración ambiental positiva, hay un impacto evidente en el paisaje. Esto no es cuestionable. A junio vamos a llegar con la discrepancia viva, seguro que está encima de la mesa, pero creo que no es el momento de poner ya líneas rojas.

¿No lo será?. El PSOE en el Gobierno dice que se llegará en plazo y que el proyecto va adelante.

Tengo muchas dudas de que se llegue a tiempo. Estoy mucho más con Miguel Gracia, por la tramitación y por los posibles recursos que pueda haber. Creo que no se esperaban los promotores que iba a haber el rechazo y la movilización social que está habiendo. Les ha pillado a contrapié. Las asociaciones ecologistas se están armando para seguir con la oposición y estoy convencido de que se judicializará, no porque lo hagamos desde CHA, pero estoy convencido de que todos los actos administrativos que se dicten se recurrirán. No me consta, es la impresión que tengo. Pero además no es una cuestión del cuatripartito. Lo que ha habido es un acuerdo entre el Gobierno de España y el de Aragón para impulsar con fondos de turismo sostenible un proyecto tan insostenible y, por lo tanto, el Gobierno de España tiene mucho que decir. O sea, que Izquierda Unida también se lo tendría que hacer mirar. Vamos a ver si hay cambios o no en el Gobierno de España, qué pasa con Europa y con los tribunales. Creo que no es fácil en absoluto que avance y en todo caso, lo que en ningún caso estamos dispuestos es a financiar la unión de estaciones.

Es decir, van a allanar el camino a CHA para que no tenga que decir 'no' a un gobierno.

Ahora mismo te podría responder y te daría el titular: 'CHA va a poner como condición renunciar a la unión de estaciones para que haya gobierno'.

¿Lo hará?

Estaría muy bien darte el titular. No te lo voy a dar, porque más allá de Canal Roya, que es importantísimo, la alternativa es que vengan los franquistas a gobernar Aragón. Hay que ser responsables con lo que estamos hablando. ¿Me gustaría que se renunciara a la unión de estaciones?, por supuesto. ¿Lo vamos a plantear?, claro que sí, pero insisto, faltan dos meses para comenzar a hablar y empezar con líneas rojas no tiene ningún sentido.

¿Le gustaría repetir en la consejería de Vertebración o prefería cambiar de departamento?

Era consciente de que no llegaba por mis méritos en materia de carreteras, de transportes, de urbanismo, de vivienda o de ordenación del territorio y esa humildad me hizo ser consciente de que tenía que estudiar mucho. Así como creo que no me merecía ser el consejero de todo esto cuando entré hace ocho años, ahora creo que sí. Claro que querría seguir en la misma consejería porque, como decía antes, ahora se trata de rematar.

¿Podría beneficiar a su partido la crisis del PAR?

Este tipo de crisis no es buena ni para Aragón, ni por supuesto para el PAR, ni para la democracia. No me alegro de lo que le pase porque nos puedan caer unos votos, en absoluto. Otros sí que han echado la caña. Al PP, a Jorge Azcón, les sirve todo; pesca de arrastre a todo el que se deje. Ellos verán. Nosotros haremos listas con aragonesistas, con gente del partido y con gente de fuera que vuelve. No vamos a intentar aprovecharnos.

¿Se atreve a vaticinar el número de diputados que conseguirá CHA?

Partimos de que como mínimo tendremos cinco. Vamos a ver a cuántos llegamos. Lo que preocupa es que haya una suma que nos permita seguir con un gobierno de progreso en Aragón y que CHA sea determinante. No es tan importante el dígito, sino la parte cualitativa, que seamos determinantes para conformar el gobierno, condicionar las políticas y poder seguir desarrollando nuestro proyecto para Aragón.