INVESTIDURA JORGE AZCÓN

El ‘plan Azcón’: menos tributos y “más libertad”

El popular anuncia una lluvia de rebajas fiscales y una auditoría para ahorrar gastos

Hoy será elegido presidente gracias a Vox y el PAR, con quienes asegura "estabilidad"

Azcón, este miércoles, en las Cortes de Aragón

Azcón, este miércoles, en las Cortes de Aragón / Ángel de Castro

Jorge Azcón será elegido este jueves nuevo presidente del Gobierno de Aragón en la segunda sesión del debate de investidura que se celebra en las Cortes de Aragón gracias a los apoyos del PP, Vox y el PAR. En la primera jornada del debate de investidura, el candidato popular ha desgranado las claves de su programa y ha dejado claro que el Partido Popular volverá a las tradicionales políticas conservadoras: la bajada de impuestos y el impulso a la colaboración público-privada, en ámbitos como la educación o la sanidad, que recuerdan a la última etapa popular, la de la expresidenta Luisa Fernanda Rudi, una de los pocos líderes populares que acompañó a Azcón en su estreno como presidenciable.

Reducir impuestos y mejorar los servicios públicos pasará por una auditoría del Gobierno saliente que permita «ahorrar gastos» y por eliminar los comisionados para la Agenda 2030 y de la Despoblación, la larga reivindicación de Vox. Esta es la receta que aplicará el líder del PP que, pese a todo, aseguró que no practicará una política de «tierra quemada» y que es consciente del «legado» que recibe del Gobierno saliente.

Azcón empezó su alocución en la Cámara aragonesa denunciando la «lacra social intolerable» que es la violencia machista, sin el aplauso de Vox, y reiteró que su Ejecutivo estará del lado de las víctimas. Más allá de este posicionamiento en materia de igualdad, el líder del PP también se acercó a sus socios de Gobierno y de investidura. «Querido Alejandro (Nolasco), hemos suscrito un acuerdo de gobernabilidad que es la base sobre la que se sustenta la estructura política del cambio que nos ha reclamado la sociedad aragonesa», defendió, con especial atención a la ultraderecha.

Entre sus primeras medidas, Azcón se centrará en reducir «paulatinamente» al mínimo legal los impuestos de Sucesiones y Donaciones y en rebajar el tramo autonómico del IRPF «especialmente a las clases medias y bajas». «Es hora de pasar del exceso recaudatorio a una política fiscal razonable, que estimule la actividad económica en vez de desincentivarla», defendió.

Precisamente una de sus primeras acciones de Gobierno será contactar con las empresas interesadas en instalar en Aragón una fábrica de microchips. El sueño inalcanzable para el Ejecutivo saliente de Javier Lambán, que lo intentó primero con Volkswagen y luego con Tata, sin éxito, tratará de hacerlo realidad Azcón. «No podemos dejar que pasen más oportunidades de largo», recalcó.

Cara y cruz del empleo

En el ámbito del empleo, que recibe con las mejores cifras de la última década, Azcón sacó su vertiente de líder de oposición._A pesar de poner primero en valor el legado del cuatripartito, después puso en duda estas cifras. «Los datos macroeconómicos pueden resultar engañosos. Vemos mucho empleo. Pero no vemos a los individuos a quienes el Gobierno de España ha sacado de las estadísticas para maquillar unas cifras que aún con todo son manifiestamente mejorables», criticó.

Pero pese a hablar de economía y empleo, no citó a los trabajadores ni a sus condiciones laborales, un olvido enseguida reprochado por las fuerzas progresistas. Sí que se fijó en el sector primario –en un guiño claro al PAR– y confirmó lo que firmaron en su pacto: que habrá un paquete de ayudas directas a las explotaciones afectadas por la sequía. También reivindicó su compromiso con el mantenimiento de la reserva hídrica que define el Estatuto de Autonomía, mas siguió sin pronunciar la palabra trasvase. Por otro lado, cumpliendo con la promesa dada en la campaña electoral, anunció la creación de una comisión de investigación sobre la implantación de las energías renovables en Aragón y la gestión del Inaga para despejar «cualquier sombra de duda».

Durante una hora y media, entre menciones a Joaquín Costa, el líder popular también habló de su modelo de servicios públicos o de los grandes proyectos con los que aspira a promocionar Aragón fuera de sus fronteras, como con el bicentenario del fallecimiento de Francisco de Goya, que celebrará ya el próximo Ejecutivo en 2028.  

La "libertad de elección"

El nuevo modelo educativo de Azcón pasa por garantizar «la libertad, la excelencia y la equidad». «Pondremos en marcha los mecanismos necesarios para asegurar que las familias puedan optar por el centro educativo de su preferencia tanto según su titularidad, como según la modalidad de escolarización, como según su modelo educativo», anunció entre aplausos el futuro presidente aragonés, que en su acuerdo con el PAR abre la puerta a crear una Dirección General de Educación Concertada. También prometió mejorar los salarios de los profesores, rebajas fiscales a las familias que pagan clases de refuerzo, la gratuidad de la educación de cero a 3 años o incorporar Bachillerato a la concertada.

En sanidad, se comprometió con cirugía de precisión a una reducción de las listas de espera, a finalizar los hospitales de Teruel y_Alcañiz, un plan de Atención Primaria y de salud mental y a la atención frente al suicidio. La incorporación y extensión de los cribados de cáncer colorrectal y de cérvix, y del de pulmón son algunas de las partes más sociales de su política sanitaria. Pero para lograrlo no hay recetas mágicas. El PP recurrirá a la privada: «Vamos a mejorar la cobertura sanitaria impulsando decididamente la colaboración público-privada, que es indispensable para prestar con eficiencia los servicios públicos que nos demandan los aragoneses». Políticas clásicas para una nueva legislatura que comienza sin sobresaltos entre los socios de Gobierno e investidura, que prometen «estabilidad». Su compromiso está firmado.