LA INVESTIDURA DE JORGE AZCÓN

La contracrónica del debate de investidura: El primer baile del presidente

Las Cortes de Aragón elevan el tono en la puesta en marcha definitiva de una legislatura que será bronca por las marcadas distancias ideológicas

El centro se diluye en una jornada para buscar amigos para cuatro años

En pareja 8 Superado el primer baile, Azcón se dirige a la cafetería de las Cortes con su inseparable Octavio López. | ÁNGEL DE CASTRO

En pareja 8 Superado el primer baile, Azcón se dirige a la cafetería de las Cortes con su inseparable Octavio López. | ÁNGEL DE CASTRO / s. h. valgañón / L. Carnicero

Segundas partes nunca fueron buenas, pero el segundo día del debate de investidura fue más entretenido que el primero. Subido el tono, con las espadas dialécticas en todo lo alto, Jorge Azcón salió vencedor, y no solo por su nombramiento como presidente, de una carrera de fondo, con muchas intervenciones y casi ocho horas de duración.

El presidente de Aragón aún no se ha terminado de ajustar la chaqueta de líder del Ejecutivo autonómico. Sus primeras intervenciones, dirigidas al PSOE y CHA, lo siguieron mostrando como un líder de la oposición. El diálogo entre Azcón y Soro promete ser uno de los puntos calientes de la legislatura: el aragonesista, algo más nervioso de lo recomendado, se encontró con el popular para hablar de vertebración y del poco nacionalismo aragonés que respiran hoy las Cortes de Aragón. Azcón, que se deshizo de todos los nervios de su primera intervención, adoptó esa actitud altanera con la que a veces hacía oposición. Cuando relajó el tono, el nuevo presidente encontró mejores lugares de conversación.

Las antípodas ideológicas 8 Sanz (IU) saluda a Azcón. | ÁNGEL DE CASTRO

Las antípodas ideológicas. Sanz (IU) saluda a Azcón. / ÁNGEL DE CASTRO

No fue el caso de Álvaro Sanz, que se empeñó en soltar una retahíla infinita de preguntas para arañar apenas un par de respuestas a Azcón. Acusó el líder popular al de Izquierda Unida de seguir con los mismos discursos de siempre y de que el ala más progresista de la cámara no evoluciona nunca. No gustó al coordinador de IU, que reprochó su actitud a Azcón, que preguntó por la ideología de Sanz. «Brillante» fue el calificativo del conservador para el progresista, al que no gustó el comentario. Un encontronazo de altura que durará al menos cuatro años, y que continuó fuera de la sala: Sanz quería explicarle ya este jueves la receta económica para mejorar la financiación autonómica.

No todo iba a ser hablar de dinero y el que mejor lo entendió fue Alberto Izquierdo. El único diputado del PAR se hizo con el debate y arrancó sonrisas de todas las bancadas. Izquierdo sabe su habilidad para moverse en el alambre, dentro y fuera de su partido, y confirmó su buen entendimiento con Azcón. Incluso defendió a Nolasco y a los votantes de Vox, no sin reclamarle «un poco de sentimiento aragonés» a la ultraderecha. Se entienden los dos turolenses y más que lo harán cuando varios colegas del aragonesista tomen asiento dentro del Ejecutivo.

Nolasco se siente aragonés, o eso dijo ayer en La Aljafería. El ultraderechista, a diferencia de Azcón, sí ha tomado las medidas del traje y ya habla como vicepresidente autonómico. Desgranó, una vez más, un programa político por el que se han empeñado pasear todas las formaciones. Que hablen de uno, aunque sea mal, pensará el joven turolense, que sí perdió los papeles cuando la izquierda le volvió a echar en cara su tibieza con la violencia de género. La tranquilidad volvió a su cuerpo con el abrazo final a Azcón, esa foto rehuida por el popular que hoy está en todos los medios y al frente del Pignatelli.

Entre líderes 8 Azcón responde a Pérez ante Lambán. | ÁNGEL DE CASTRO

Entre líderes. Azcón responde a Pérez ante Lambán. / ÁNGEL DE CASTRO

Los últimos en llegar, Teruel Existe, en tierra de nadie. Debe ser complicado ser alabado por casi todos –el PSOE aragonés tiene atragantada a la España Vaciada– pero sentirse fuera del juego. Como ir a una comida de amigos y quedarse sin plato. Guitarte se dio cuenta, en su segunda intervención, de que el nuevo presidente es del PP y de que no hacía falta plantar oposición a Mayte Pérez. Con que conozca su posición y postura a partir de la semana que viene, suficiente.

Precisamente fue la socialista, según algunos populares, la culpable del elevado tono de la jornada. La turolense tuvo a su derecha a Lambán, que no dejó de aconsejar a su segunda de a bordo el rato que estuvo en el hemiciclo. La incomodidad que buscaron los socialistas la tragó bien un Azcón que adelantó que no se achantará en ningún momento de la legislatura. Dijo, incluso, que «cuando la izquierda grita», él no se esconde.

Este viernes Lambán, primera persona ajena al PP abrazada por Azcón, le cede la chaqueta presidencial al líder popular. Faltan ajustes, pero el conservador ya tiene hecho el modelo, con detalles verde Vox. El ajuste final, el que han tenido todos cuando han necesitado ayuda: la puntilla del Partido Aragonés.