OBRAS HIDRÁULICAS

La CHE suspende parte de las obras de Yesa por el último modificado

Asegura que el recrecimiento «no se ha paralizado» y que no supone un sobrecoste

Los cambios en el proyecto afectan solo a los aliviaderos en una presa casi finalizada

El embalse de Yesa, a comienzos de este mes de agosto.

El embalse de Yesa, a comienzos de este mes de agosto. / EL PERIÓDICO

David López

David López

El cuarto modificado de obra planteado en el proyecto de recrecimiento del embalse de Yesa ha obligado a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) a "suspender temporalmente" algunos de los trabajos que se estaban ejecutando a la espera de que este reciba el visto bueno definitivo.

Aunque el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) ya ha dado luz verde de forma inicial, la tramitación no ha concluido y el organismo de cuenca ha decidido esperar, aunque aseguran que "la obra no se ha paralizado", algo que desde algunos colectivos cuestionan e incluso achacan a cuestiones de seguridad que desde el departamento niegan de forma tajante: "siempre que trabajamos en una presa, en la de Yesa y en todas, nuestro primer objetivo es la seguridad", defendieron ayer.

Lo que ha ocurrido es que se ha optado por la "suspensión temporal de los trabajos" que afectaban a los aliviaderos de la presa, que es fundamentalmente a lo que se refiere un cuarto modificado de obra que "no incrementa ni afecta al presupuesto general del recrecimiento de Yesa".

Al parecer, se trataría de crear en otro punto de la presa unos nuevos aliviaderos de mayor tamaño que los que ahora existen, que "se han rediseñado para cumplir mejor su función de desembalse y laminación en caso de avenida". De hecho, aseguraron desde la CHE no solo que "hay otros trabajos que siguen su ritmo normal" sino que estos que sí se paralizan de forma temporal se hace "para la mejora de la seguridad y por aplicación de la Ley de Contratos" en esta tramitación.

El coste de la obra

También remarcan que esta interrupción no afectará al presupuesto global de un recrecimiento que se encuentra al 60% de ejecución. A finales de 2022 desde el organismo de cuenca se apuntaba a que el coste de los trabajos ascendía a 285,6 millones de euros y ahora no habría motivos objetivos para que esa cifra se hubiera disparado, aunque colectivos como la Asociación Río Aragón, que está siguiendo muy de cerca la construcción, apunta a que los trabajos previstos a principios de siglo ahora superan los 500 millones de euros de inversión, 113 más de lo previsto. Y alertan de los problemas de seguridad en su ejecución, e incluso apuntan a que son nuevos imprevistos en materia de seguridad los que han provocado esta suspensión de los trabajos.

Sin embargo, desde la CHE solo pueden admitir el ritmo lento de una obra que es de gran envergadura, que ya acumula más de dos décadas de trabajos y a la que hace bien poco le puso otra fecha de finalización prevista: 2027, cuatro años más de espera.

Así se lo comunicó a Río Aragón el propio ministerio en base a un documento que entraba en vigor en febrero de este año y que incluía los compromisos de ejecución del organismo de cuenca con las infraestructuras hidráulicas aragonesas. En ese mismo aparecían también las obras de Almudévar "cuya entrega se hará seguramente a principios de 2024" o las de Mularroya, con una larga travesía en los tribunales pero que también se han comprometido a terminar en 2027, como Yesa. O las de Santolea, el otro recrecimiento en el listado.

600.000 euros en otras obras

Desde el organismo de cuenca recuerdan también que hay obras que se van a empezar a ejecutar en breve en el caso de la presa actual de Yesa y que suponen una inversión de 600.000 euros por parte del Gobierno central. Estos trabajos fueron incluidos por el Gobierno central este pasado verano en el último real decreto sobre la sequía y que van dirigidos a mejorar el abastecimiento a Zaragoza y pueblos de su entorno. Aunque no pertenecen al recrecimiento, pronto se empezarán a ver en la zona del embalse.

Así avanzan los trabajos en un embalse de Yesa que, en estas más de dos décadas de recrecimiento en ejecución, ha vivido sobresaltos como los deslizamientos en la ladera que para la CHE son "incidentes geológicos" y para los grupos más críticos son evidencias de los problemas de seguridad que ofrece una obra faraónica. Pero lo cierto es que el proyecto sigue adelante y, aunque sea mínimamente, con esas labores de remate de la nueva presa recrecida, da pie a que se asegure que la obra "está suspendida parcialmente de forma temporal pero no paralizada", remarcaron desde la CHE ayer.