Salud neonatal

Cada año nacen en el Clínico unos 30 prematuros extremos

Hay alrededor de 1.800 partos en el hospital, de los que 130 nacen antes de tiempo

Baja la natalidad un 5% pero no la «tasa de prematuridad», dice un especialista

Óscar, Elvira y Nora, el día que le dieron el alta, tras estar 30 días en la uci y 15 en neonatos. | EL PERIÓDICO

Óscar, Elvira y Nora, el día que le dieron el alta, tras estar 30 días en la uci y 15 en neonatos. | EL PERIÓDICO / eva garcía

Eva García

Eva García

La natalidad sigue a la baja en Aragón y se contabiliza un descenso de alrededor del 5% en todos los hospitales, asegura el jefe de la sección de Neonatos del hospital Clínico de Zaragoza, Gerardo Rodríguez, donde ha habido unos 1.800 partos al año. Sin embargo, pese a ese descenso, «no ha caído la tasa de prematuridad», asegura. Un 7,2% de esos nacimientos han sido de forma prematura, lo que supone unos 130 y sumando las personas que vienen de fuera, unos 140, de los que entre 25 y 30 son «grandes prematuros». Este viernes se celebra el Día del Niño Prematuro, por lo que La Aljafería se iluminará de morado.

El especialista diferencia entre prematuros, que son los que nacen antes de la semana 37, y los grandes prematuros o «prematuros extremos», que son antes de la semana 32 y con un peso por debajo de 1.500 gramos.

El «envejecimiento de la madre, el estrés laboral, las técnicas de fertilización» y que cada vez se pare más tarde son algunos de los factores que hace que «un parto se precipite», asegura el jefe de Neonatos del Clínico.

Los padres conocen la situación, ya que «en el caso de los grandes prematuros, si hay tiempo», el obstetra les explica «a qué se enfrentan y cómo serán los días siguientes al nacimiento», explica Rodríguez. Tiene claro que para los progenitores es «un momento difícil» y normalmente «no encajan bien las noticias» ya que es habitual que las familias esperen un buen parto y llevarlo a término hasta la semana 40. Pero cuando no es así, «tienen miedo a posibles secuelas o que el bebé no vaya a tener una vida normal».

Seguimiento

Sin embargo, él y su equipo tienen ya experiencia a la hora de partos en los que el bebé llega antes de la semana 32 y con muy bajo peso y «sabemos que son el paradigma de la supervivencia. Son ellos los que nos dicen ‘ya estamos aquí’», asevera, insistiendo en que como son ellos también los que les realizan un seguimiento los días posteriores al parto «son muy agradecidos ante cualquier terapia». Rodríguez afirma que estos recién nacidos «tienen cada vez mejor tasa de supervivencia global y menor tasa de secuelas», dice con orgullo. Y esto es lo que ven los padres cuando terminan de madurar y la familia «va a casa».

Sin embargo, en algunos casos, algunos niños «sí que tendrán problemas» a lo largo de la infancia y en la madurez. «Son números positivos» pero a los padres les cuesta asumirlo. Para ello están los profesionales, para «dar apoyo» y explicarles que siempre hay posibilidades de mejorar. Al final, asegura Rodríguez, lo integran y «se vuelven padres coraje» y sus niños suelen tener una vida por delante de muchos años. Discapacidad, parálisis cerebral, retrasos cognitivos importantes, displasia broncopulmonar o dificultad para andar son algunas de las posibles secuelas.

Destaca el jefe de Neonatología el papel de todos los profesionales de la sección, médicos, enfermeras, pediatras, auxiliares, pero también neurólogos, logopedas, terapeutas, ya que sin ellos el trabajo sería imposible.

«Uno nunca está preparado para que algo salga mal», asegura, «nunca lo suficiente»; y explica que «cuando se convierte en espectador siempre te pilla en fuera de juego», aunque también reconoce que «lo normal es que salga bien».

Concienciación

El Día del Niño Prematuro sirve también para concienciar sobre esta situación. La Sociedad Española de Neonatología ha publicado un decálogo para la atención del recién nacido prematuro, que incluye fomentar que las madres con riesgo sean derivadas a centros perinatales especializados, garantizar la formación de los profesionales, favorecer el vínculo del neonato con la familia, proporcionar un cuidado nutricional óptimo, tomando como primera opción la lactancia materna de la madre, garantizar una cultura de seguridad sobre uso de medicamentos, seguimiento neonatal especializado, fomentar la investigación pre y post natal y desarrollar herramientas de medicina predictiva y de precisión.

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