UN PROBLEMA SOCIAL

Aumenta la "conflictividad" por las herencias en Aragón: la pela es la pela

La "conflictividad" entre los herederos ha aumentado a lo largo de los últimos años debido a una sociedad "más materialista"

"El interés por el dinero es mayor", dicen los abogados

La herencia de viviendas marca un récord histórico en Aragón por efecto del covid

Imagen de archivo de la cumplimentación de la documentación de voluntades anticipadas.

Imagen de archivo de la cumplimentación de la documentación de voluntades anticipadas. / EL PERIÓDICO

El mundo de la Justicia y de los tribunales es un reflejo de los problemas y de los valores de la sociedad a tenor de los asuntos litigiosos que llegan a las mesas de los juzgados de la jurisdicción penal, social, contencioso-administrativa o civil. Precisamente, quienes a diario se desenvuelven con las herencias y con todos sus trámites cuentan a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN cómo ha aumentado la «conflictividad» entre los herederos de un patrimonio. Se trata, a juicio de estos profesionales del Derecho, de un fenómeno que viene arrastrado por la ola de una sociedad «más materialista» y no tan apegada a los valores tradicionales de la familia. «El interés por el dinero es mayor», explica un abogado experto en la materia. «Desde la pandemia, la gente está más soliviantada. Existe más conflictividad y peor fondo», añade otro compañero de profesión.

Todos ellos coinciden en que se trata de una «percepción» y en que no se debe generalizar, aunque hay quienes, sin poner cifras sobre la mesa, ya dejan de lado las sensaciones y constatan un incremento de las impugnaciones de herencias «lo bastante importante como para destacarlo». Así lo explica José Luis Artero, director del Departamento de Herencias de Ílex Abogados, quien señala que este tipo de procedimiento no tiene otra salida más allá de la «vía judicial», es decir, un proceso «largo» e «incierto» hasta que se pronuncian los tribunales. Con ello constatan que las herencias «se están tornando más conflictivas» y dejan «tensiones», primero, respecto a los bienes y su valoración y, segundo, respecto a los lotes y sus adjudicaciones.

De lo que no cabe duda para Artero es de que la pandemia ha supuesto un «punto de inflexión» para poder hablar de una mayor «conflictividad» entre los herederos, cada vez más «rebrincados» ante este tipo de trámites legales. Una exasperación, continúa este abogado, que les lleva a trabajar con «prudencia» y «dedicación» en aras de «templar los ánimos» y «contemporizar las emociones» de sus clientes para hacerles ver que la vía judicial no siempre es la mejor opción. «Se puede hablar de un comportamiento de agresividad en las formas. Hemos tenidos reuniones ásperas y muy tensas», concluye.

Con su análisis coinciden otros abogados especializados en herencias, como Zaira Milán, quien también ha apreciado un aumento de la «dificultad» para llegar a acuerdos. «Antes, todos acababan firmado en la notaría, pero ahora acabas en la vía judicial e incluso vas a la subasta de bienes e inmuebles, que es el último punto de un periplo judicial», explica Milán. «Cada vez hay bastantes más casos en vía judicial que en acuerdo. Pero no solo en herencias, porque en otros asuntos también hay menos ganas de llegar a acuerdos», añade esta zaragozana que, aunque viene «notando» este cambio desde hace años, no se aventura a apuntar a una causa.

Estos juristas son prudentes y evitan caer en generalidades vagas, aunque tampoco pueden negar el cambio de paradigma y de valores de la sociedad. «El mayor factor de poder en la sociedad no es ser buena persona, sino el dinero», apunta Alejandro Aldea, titular y especialista en herencias de Goya Abogados, para quien no se puede pasar por alto esta evolución de la humanidad. «Antes había mucha cuestiones que se cedían por vínculos familiares y, a día de hoy, no. Importa mucho menos ese vínculo familiar a la hora de destruir una relación por una cuestión económica», expone Aldea, quien precisa que ha sido un cambio «gradual» y «siempre a peor». «Hay de todo, pero la conflictividad es mucho mayor y la litigiosidad ha aumentado mucho», resume.

Algo más tibio se muestra el decano del Colegio Notarial de Aragón, Dámaso Cruz, al señalar que la notaría representa «la parte no conflictiva» de las herencias –«la que no llega al juzgado», precisa–, si bien ha tenido la «impresión» de que algunos de los firmantes no se iban a hablar «en la vida» después de ratificar su signatura en el despacho. No obstante, aclara Cruz, «la conflictividad ha existido toda la vida» y es «una percepción muy subjetiva» entre los juristas. «Es cierto que, en esta evolución materialista de la sociedad, se pueden poner esos valores por encima de los de la familia», reconoce. «Lo que tienen que hacer los padres es dar a los hijos una buena formación en valores y una buena formación en educación. Es la mejor herencia que se puede dejar y eso evitará las discusiones entre los hijos», finaliza.