Esta es la mejor agua embotellada que puedes encontrar en el supermercado

Hay debates endiablados donde la postura de los expertos -los de verdad cualificados- tienen poco que hacer frente al tsunami de la inercia de la opinión pública. Uno de ellos es la alimentación, generalmente cuando se cuestiona la necesidad de consumir carne y, a más a más, de hacerlo de manera diaria. El otro gran debate es si es adecuado -e incluso sano- beber agua del grifo y presentando como alternativa saludable el agua embotellada.

En nuestro país, el negocio del agua embotellada es, precisamente, más negocio que nunca. Desde el año 2000 y hasta el año 2022, el consumo de agua envasada se ha multiplicado un 104%, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación recogidos por el portal Statista, pasando de 1.453 millones de litros a 2.973 millones, aunque es cierto que en los últimos tres años de esa serie histórica se ha experimentado un continuo, aunque leve, retroceso desde el pico registrado en 2020 con 3.118 millones de litros.

¿Hay motivos para desconfiar del agua de boca en los hogares? Los expertos no tienen ninguna duda: el agua corriente en España es saludable -salvo episodios puntuales de contaminación, como el caso ocurrido en Tarazona en septiembre del año pasado- y, además, es la opción más sostenible y barata, "150 euros al año" del agua embotellada frente a "poco más de 1 euro al año" para el agua del grifo, según un artículo de la OCU sobre el tema. A pesar de ello, la Organización de Consumidores asume que cada vez más gente se tira a las opciones embotelladas "por el sabor desagradable o la dureza del agua corriente en su zona o simplemente por la comodidad".

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Nutrientes recomendados

Asumiendo este escenario cada vez más habitual, la pregunta que muchos consumidores se hacen es si hay un agua embotellada mejor que otra. ¿La de mineralización muy débil es preferible por norma general? Aquí, las afirmaciones tajantes suelen errar el tiro y siempre es preferible responder con un depende para quién.

Más allá de estas consideraciones, la uróloga Cristina Barrera ha entrado en el fondo de la cuestión en su perfil de TikTok dar su opinión, de manera indirecta, sobre las diferentes marcas de agua embotellada que podemos encontrar en los supermercados.

Las primeras que desecha con las de mineralización muy débil, ya que, según sus palabras, son "una especie de agua vacía sin ningún aporte extra de minerales". El motivo para la afirmación es claro: "Además de la hidratación, el agua aporta a la dienta un complemento minerales muy importantes".

A partir de ahí, hay tres componentes que centran el análisis de la uróloga. La primera diana es el sodio. Aquí, la especialista busca un bajo contenido de este mineral, ya que es el principal contenido de la sal, "idealmente menos de 10 mg/l". El segundo que cita es el calcio, buscando en las aguas un "contenido moderado", que sitúa entre los 50 y 100 mg/l, aunque como reconoce que no es fácil encontrar ejemplos de ese tipo, recomienda que "al menos", tengan 10 mg/l. El tercero que tiene en cuenta, aunque no lo nombra de manera específica, es el magnesio, descartando las marcas que estén por debajo de 15 mg/l.

¿Con cuál se queda?

La uróloga no menciona de manera específica una marca de agua embotellada, pero a través de los colores de los rótulos o gestos queda claro. La primera que descarta, de manera evidente es Bezoya debido a su mineralización muy débil. La marca Montepinos tampoco se ajustaría a los parámetros especificados por tener bajos niveles de magnesio; tampoco Fontebella, en este cqaso por su alto parámetro de sodio.

Bajo su prisma, de entre las aguas analizadas, que son solo un puñado, las mejores serían Monte Livia (Calcio: 61,5 mg/l; Magnesio: 18,6 mg/l; Sodio: 0.8 mg/l) y Solán de Cabras (Ca: 60 mg/l; Mg: 26,7 mg/l; Na: 4,8 mg/l).