El Periódico de Aragón

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CASADEMONT ZARAGOZA

El final de un largo viaje

Omar Cook ha puesto fin en Zaragoza a una carrera profesional de 21 años. El base fue la gran apuesta del club en verano y su año ha estado marcado por su lesión inicial

Omar Cook, arropado por sus compañeros tras anunciar su retirada en Murcia. ACB PHOTO / J. BERNAL

Zaragoza ha supuesto finalmente el epílogo de la dilatada y exitosa trayectoria de Omar Cook como jugador profesional. El estadounidense con pasaporte montenegrino se despidió en Murcia mezclando las emociones por la salvación del equipo y por haber disputado su último partido como profesional. «Ha sido mi último partido de baloncesto. He jugado 21 años, he tenido una carrera larga», dijo bañado en lágrimas.

El Casademont ha sido su decimoctavo equipo en 21 años como profesional. A Zaragoza llegó el verano pasado procedente del San Pablo Burgos. Camino de los 40 años (que cumplió el pasado mes de febrero), su rendimiento las últimas temporadas había sido muy bueno y el Casademont lo eligió como piedra angular del nuevo proyecto. «El fichaje más importante del verano era Omar Cook. Costó mucho ficharlo, supuso mucho esfuerzo y renunciar en otras posiciones», explicó el técnico Jaume Ponsarnau en una entrevista con este diario.

Después de varias temporadas sin perderse ningún partido por lesión, mostrando un cuidado y una preparación física excelentes, Cook tuvo la mala suerte de no poder comenzar la temporada. Xavi Rabaseda le cayó encima en el partido de presentación contra el Burgos y el base sufrió un esguince de rodilla que le tuvo apartado de las pistas hasta diciembre. Por ahí empezaron muchos de los problemas del Casademont Zaragoza. Nunca se sabrá qué hubiera ocurrido y cómo hubiera funcionado el equipo sin esa lesión. Lo que sucedió a partir de entonces es ya bien sabido.

Cook trabajó con la misma profesionalidad y ganas de siempre para recuperarse lo mejor posible. Regresó en diciembre y ha intentado ayudar al equipo en la medida de sus posibilidades. Con irregularidades, como todos, el mayor problema para el Casademont ha sido que el norteamericano ya no ha encontrado el ritmo que necesitaba el equipo en muchos momentos y eso ha contribuido a que el ataque del conjunto zaragozano haya sido más lento que otros años. Sin embargo, su actitud ha sido intachable y en el último partido se dejó el alma en la pista para defender a sus rivales. Este año ha promediado 3,1 puntos, 3,5 asistencias y 3,9 de valoración en los 20 minutos que ha disputado en las 20 jornadas que ha podido estar con el equipo.

El base ha decidido poner punto y final a sus 21 años de carrera profesional, un viaje que comenzó en 2001 con los Fayetteville Patriots de la D-League tras haberse declarado elegible para el draft con 19 años y ser elegido en segunda ronda por los Orlando Magic. En 2004 debutó en la NBA en las filas de los Trail Blazers disputando 15 partidos y la temporada siguiente jugó cinco con los Toronto Raptors.

Desde 2005 juega en Europa. Primero en Bélgica, donde se enroló en el Belfius Mons-Hainaut la temporada 2005-06. La siguiente campaña la empezó en el Samara ruso y la terminó en el Strasbourg francés, mientras que la 07-08 jugó para el Estrella Roja de Belgrado. En 2008 llegó a España, el país en el que más años y en más equipos ha jugado. Empezó en Málaga (2008-09), siguió en Valencia (10-11) y llegó al Baskonia (12-13) tras un paso previo por el Armani de Milán (11-12).

En la 13-14 defendió al Lietuvos Rytas y desde 2014 hasta 2016 al Buducnost. Ese verano volvió a España para unirse al Estudiantes hasta 2019. La temporada siguiente jugó para el Gran Canaria y la 20-21 fue campeón de la Champions con el Burgos. Zaragoza ha sido la última parada de este largo camino. Sus compañeros se rindieron ante él. «Hoy he sido testigo de la historia. El Chef. Felicidades por una carrera histórica, un verdadero neoyorkino», escribió en redes Sean Kilpatrick.

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