La crónica del Casademont Zaragoza-Obradoiro (78-79): Tortazo de realidad

En un partido que pudo pasar del desastre a la épica el Casademont Zaragoza se quedó a un punto, a un suspiro, de llevarse un duelo en el que siempre estuvo por detrás y muy lejos del Obradoiro (78-79). Los 37 puntos del conjunto aragonés en el último cuarto no pudieron anular los 28 de Robertson, que no llevaba ninguno al descanso y que es un especialista en brillar contra el Casademont. El equipo de Fisac no estuvo cómodo y el técnico tampoco encontró su mejor equipo cambiando y cambiando quintetos sin dar con la tecla. El mejor de los aragoneses fue Aday Mara a sus 17 años. La derrota supone una vuelta a la realidad para el Casademont, que no aprovechó su inercia para despegar de la zona baja. Tocará seguir sufriendo.

El Casademont comenzó el partido con sus problemas habituales para encontrar los puntos. El buen trabajo defensivo del Obradoiro bloqueó a un equipo en el que Fisac se vio obligado a ir cambiando pronto sus piezas, empezando por un Yusta que duró en pista minuto y medio hasta los cinco titulares. Solo la salida de Jovic dio otra consistencia al equipo. El serbio tomó las riendas, puso el ritmo y el orden en el Casademont, robó un par de balones que permitieron correr al equipo y el marcador pasó de un 4-14 a un 12-14 que cambiaba un poco el color de la noche. 

No cambió mucho la situación en el segundo parcial. El Casademont encontró su sitio en defensa, alternando con alguna zona en momentos específicos, pero siguió fallando demasiadas canastas fáciles. El Obradoiro fue tirando de la calidad de los Scrubb para mantenerse mientras por dentro saltaban chispas entre Aday Mara y Magnay, sin que los árbitros vieran nada. El zaragozano respondió con su desparpajo habitual superando a su rival por juego. Sí vieron los colegiados, tras revisión, eso sí, la antideportiva de Westermann que permitió al Casademont darle la vuelta al marcador y ponerse por delante por primera vez (25-24). Ahí volvió el atasco y el equipo aragonés ya no fue capaz de anotar hasta el descanso, al que se llegó con un pobre 25-29. Sin mucho juego ni muchos puntos, la primera parte dejó el regreso de Mekowulu después de prácticamente dos meses de baja.

Los cambios de Fisac

De nuevo el ritmo y las recuperaciones de Jovic y una antideportiva de Vicedo permitieron al Casademont igualar otra vez y pronto el marcador. Ni aún así se enganchó el equipo aragonés al partido. Tras un breve intercambio de empates en el marcador llegó el show de Robertson, que anotó tres triples consecutivos culminados con un adicional que, seguido de otro tiro de tres de Scrubb, catapultaron al Obradoiro en el marcador. 34-48 en un visto y no visto. Con Robertson campando a sus anchas sin que nadie le frenara, desatado anotando triples de enorme mérito, el partido se le escapaba sin remedio al Casademont.

Fisac cambiaba y cambiaba, incluso provocó una técnica desesperado porque ya no sabía cómo alterar el rumbo de los acontecimientos, pero nada funcionaba en la pista, ni un Hlinason desaparecido, ni un Wright fallón, ni un Ponitka que no termina de encontrarse, nada de nada. Solo Aday Mara se mantenía firme, pero eso no era suficiente. Ni siquiera ante un rival cargado de faltas, sobre todo por dentro. El tercer cuarto terminó con un crítico 41-57 que el Obradoiro logró con 6 triples.

El último cuarto entró pronto en ebullición. Al Casademont no le quedaba otra que apelar a la épica para intentar remontar semejante diferencia. Los aragoneses tardaron menos de tres minutos en llegar al bonus, para enfado de la grada. A falta de un mejor baloncesto, entraban en juego las emociones. Fue un intento a la desesperada del equipo aragonés, que confió en Aday Mara y la mano de Jessup. Sin embargo, Fisac sa la jugó con Mekowulu, que llevaba dos meses sin jugar. 

Con más corazón que otra cosa consiguió tener la oportunidad de ganar, pero Mekowulu falló bajo el aro con 75-76 y poco más de 20 segundos de partido. Aún así volvió a ponerse 77-78 a 15 segundos. Jovic no eligió bien al intentar un triple y, aún así, con 1,9 para terminar tuvo la oportunidad de empatar, pero Mekowulu falló el segundo tiro libre y el Obradoiro se llevó el rebote y el partido. El equipo gallego fue mejor en el cómputo global en un pobre partido que el Casademont tuvo siempre perdido y, al final, no supo ganar.

Así hemos narrado el partido en directo: