La crónica del Casademont-Girona: Derrota tras dos prórrogas (88-95)

Parecía no querer despedirse el Casademont Zaragoza, que forzó dos prórrogas ante el Básquet Girona para acabar perdiendo (88-95) en un adiós agridulce. El equipo aragonés ofreció un gran esfuerzo, buen juego durante muchos momentos, pero terminó sucumbiendo ante un rival que necesitaba la victoria y la peleó con uñas y dientes hasta el final. No fue el adiós deseado, pero tampoco desentonó mucho con lo que ha sido una temporada que empezó fatal, se ha ido enderezando y ha terminado con una tranquilidad insospechada hace ocho meses.

Pocas conclusiones pueden sacarse de este partido, más allá de constatar la calidad de Jovic y Sant-Roos, o de que Ponitka cuenta poco tirando a nada tras quedarse fuera de la convocatoria. Radoncic, que tampoco parece tener mucho futuro en el equipo, volvió a jugar tres partidos después, si bien solo siete minutos. También participó Langarita en un día en el que se rindió homenaje a la cantera con la presencia del equipo júnior, Aday Mara incluido, y del exjugador Vit Krejci.

El Casademont Zaragoza pareció salir dispuesto a dar espectáculo en su despedida, arrancándose con un alley-oop y otras acciones vistosas para la grada. No le costó, además, hacerse con los mandos del partido, frente al un Girona que no encontraba la manera de anotar, estrellándose una y otra vez bien con la defensa local, bien con el aro. Tanto fue así que Aíto tuvo que pararlo con 10-2 en el marcador y echar mano de Marc Gasol. El campeón del mundo, mermado físicamente, midiendo bien sus esfuerzos en la pista, cambió a su equipo. Su influencia en ambos lados de la pista equilibró las fuerzas y el Girona regresó al partido (17-15).

Fisac: "El grado de acierto del Girona les ha hecho sentir la victoria más cerca"

Tanto fue así también en el segundo cuarto que Fisac también tuvo que recurrir a todos sus pesos pesados de nuevo, sobre todo a un imprescindible Jovic y a Hlinason. También a Langarita, mostrando así sus intenciones en la rotación. Ni así pudo impedir el Casademont que el Girona culminara la remontada con un parcial de 0-10 (27-31). La calidad de Jovic volvió a levantar a su equipo, junto a la intensidad defensiva de Yusta y Sant-Roos recuperando balones. Sin embargo, la incapacidad anotadora desde el 6,75 (uno de quince intentos en veinte minutos) impidió al Casademont poder tomar una distancia mayor en el marcador y tuvo que conformarse con una renta mínima al descanso (35-33).

Fisac dio entrada a Radoncic tras el descanso después de dos partidos y medio sin jugar, Gasol cometió pronto la tercera personal pero eso no le impidió seguir liderando a su equipo e influyendo en el juego. El Girona le dio la vuelta al marcador (40-42) mediado el cuarto obligando a Fisac a pedir tiempo muerto, pero entonces el conjunto de Aíto ya tenía más puntos de anotación y su acierto desde el triple le permitió mantenerse en ventaja ante un Casademont al que al principio le faltaron puntos y acabó encontrándolos también desde el 6,75. Gasol provocó la tercera falta de Hlinason lanzando desde lejos y el Girona terminó el tercer cuarto con una mínima ventaja (55-57).

Máxima emoción

A base de triples funcionó el Girona en el último cuarto, llegando a tomar una distancia de diez puntos (55-65) que obligó a Fisac a reordenar ideas. El equipo aragonés se puso las pilas en defensa, apretando mucho más a su rival, y el espectáculo de Sant-Roos hizo el resto. Con los doce puntos del cubano y algún triple de Jessup consiguió volver al partido el Casademont. La grada se lo estaba pasando pipa con la remontada de su equipo, vibrando como si fuera un partido decisivo. El equipo zaragozano no pudo darle la vuelta, pero sí empatar y forzar la prórroga (76-76). La quinta falta de Gasol en el último minuto del partido cambiaba la perspectiva.

Los cinco minutos adicionales comenzaron con dominio aragonés, pero el Girona volvió a darle la vuelta y a forzar la herioca para el Casademont. Un agotado Sant-Roos lo empató a 82 pero Sorolla anotó a falta de 5 décimas echando un jarro de agua fría a la grada. Una falta de Vilá en la colgada para Hlinason permitió empatar al islandés y forzar otra prórroga. La segunda comenzó con más acierto del Girona y un Casademont sin puntos ni desde el tiro libre. La enésima remontada de la tarde ya era demasiado pedir. A la tercera fue la vencida para un combativo Girona que se agarra así a la ACB. El Casademont no pudo despedirse con una sonrisa.