El salvavidas de Simanic

La llegada de Jovic al Casademont fue el punto de inflexión para la mejora del rendimiento del ala pívot y clave en su renovación. El club sigue confiando en el potencial del serbio

Borisa Simanic, durante un entrenamiento de la pasada temporada

Borisa Simanic, durante un entrenamiento de la pasada temporada / ANDREEA VORNICU

Arturo Pola

Arturo Pola

Con tan solo siete jugadores con contrato con la primera plantilla (incluidos Aday Mara y Javi García) en la actualidad y con todavía muchos fichajes por aterrizar para el nuevo proyecto del Casademont Zaragoza, uno de los que tiene sitio seguro en la plantilla es el serbio Borisa Simanic, que renovó su contrato con los aragoneses para una temporada más al igual que su compatriota y amigo Stefan Jovic.

Clave fue la llegada del base internacional serbio para que Simanic mostrara su mejor versión, o al menos una aceptable. Sus primeros meses en el equipo aragonés fueron decepcionantes. Poco había demostrado el ala pívot de aquel hombre grande, atlético, intimidador y tirador que vendían los ya casi olvidados Martin Schiller y Toni Muedra como una sus grandes apuestas.

Sin embargo, y cuando muchos de los aficionados del Príncipe Felipe ya habían perdido la paciencia e incluso la esperanza con él, Borisa comenzó a dejar algunos destellos del potencial que se le presuponía. Curiosamente, el primer partido en el que Simanic pegó un golpe sobre la mesa fue el del debut de Jovic con el Casademont. En ese encuentro, y aunque los de Fiscac cayeron en la cancha del Girona, el ala pívot anotó 17 puntos con tres triples anotados sin fallo y 26 de valoración. Desde entonces, aunque con la irregularidad manifiesta que ha gobernado su temporada, la aportación de Simanic al equipo se disparó. El serbio multiplicó por tres sus puntuaciones y dobló su número de rebotes. Además, su actitud cambió radicalmente sobre la pista, dejando atrás la apatía de sus comienzos y mostrando más energía y la rasmia que le pedían desde la grada. 

La decisión

En este contexto, la pregunta que se le planteaba al Casademont Zaragoza era clara: ¿Qué hacer con Borisa Simanic? Esa misma cuestión se le planteó a Porfirio Fisac este diario en una entrevista en la que el técnico segoviano hacía balance del curso que acaba de terminar. «Como jugador es un jugador que me gusta mucho, el típico cuatro que me agrada con buena mano, buen físico, que va muy arriba, que corre bien el campo, pero mentalmente no quiero seguir de alguna manera trabajando todos los días las cabezas de la gente, sino trabajando al rival y para que mi equipo juegue el mejor baloncesto posible. Es un caso bastante especial que nos gusta en muchos sentidos pero hay que estudiarlo todo. Puede ser un hombre que continúe, sin ninguna duda”, aseguró Fisac el pasado 24 de mayo. Una decisión meditada y tomada en base a los pros y contras que te da el serbio.

Los números que dejó Simanic en su primera temporada fueron los siguientes: 6,9 puntos, 3,5 rebotes, 0,3 asistencias y 0,8 tapones para un total de 7,8 de valoración en 20 minutos de juego. Una estadística pobre para lo que se esperaba de él en el momento de su fichaje pero claramente marcado por su desastroso inicio y su ya nombrada tendencia a la irregularidad. Una irregularidad que su conexión con Jovic ha ido corrigiendo y precisamente la pareja serbia han sido los dos únicos jugadores renovados hasta el momento por el Casademont. «Stefan va a ser fundamental para ver qué pasa con Borisa. Él necesita a alguien más, porque cuando está solo supone un gran desgaste para el entrenador. Si hay alguien que le va educando y ayudando y está dentro del vestuario pues es mejor. Pero luego Borisa tiene la competencia del mercado. El perfil de cuatro con buena mano, con esas condiciones de él, no es sencillo de acceder para nosotros», decía Fisac en la citada entrevista.

La decisión del club fue la de priorizar el potencial del serbio y prescindir de la energía y la intensidad de Radoncic. La apuesta está clara y ahora está por ver qué cara de Borisa Simanic se verá la próxima temporada.