Ha sido la 39ª entrega

La Feria de Artesanía cierra su edición con 20.000 visitantes

La cita ha recuperado los niveles de público y ventas previos a la pandemia

En la imagen, una pareja observa los productos de uno de los estands de la feria.

En la imagen, una pareja observa los productos de uno de los estands de la feria. / Jaime Galindo

A. A. A.

La Feria de Artesanía de Aragón ha puesto fin a diez intensos días en los que hasta 86 artesanos de todo el país han expuesto sus creaciones. Esta nueva entrega de la que ya se ha convertido en una cita habitual del calendario prenavideño zaragozano ha sido la trigésimo novena, pero, por encima de todo, ha supuesto la práctica recuperación de la normalidad que había tenido en las tres décadas anteriores a la pandemia. Así, la muestra estuvo cerca de alcanzar el total de 20.000 visitantes desde su apertura el pasado sábado 3 de diciembre, cifras nada desdeñables teniendo en cuenta de donde venimos.

Susana Martín, miembro de la junta de la Asociación de Artesanos de Aragón, organizadora de la feria, ha asegurado a este diario, pocas horas antes del cierre definitivo, que el balance que hacen desde la agrupación es muy positivo: "Estamos muy satisfechos porque hemos recuperado las cifras anteriores a la pandemia, tanto en visitantes como en ventas, además de la buena acogida que han tenido los talleres, sorteos y otros detalles".

Con todo, la asociación aragonesa no se detiene aquí, y ya trabaja pensando en la próxima edición, la de 2023, que supondrá además el 40 aniversario de la muestra artesana más importante de la comunidad. "Siempre estamos pensando en cosas nuevas, con el objetivo de alcanzar un mayor número de público", ha señalado Martín. Y es que la labor artesanal debe ser más reivindicada que nunca, ya que el de artesano es un oficio "vocacional" que ha tenido "sus momentos", aunque en el actual "el producto hecho a mano cada vez adquiere más valor".

En ese sentido, decía Susana Martin, estas piezas cuentan con varias ventajas que el consumidor valora muy positivamente. Por un lado, ha explicado, "los productos tienen mayor calidad", a la par que se facilita "el contacto directo con el productor". Dos detalles que se acrecientan en la Feria de Artesanía aragonesa, sumados a "los beneficios económicos" que, lejos de salir fuera de las fronteras en las que los productos artesanales son concebidos, "se quedan aquí". Por todo ello, ha aseverado Martín, "se deben reivindicar los oficios artesanales". "Son muy necesarios para mantener el patrimonio, desde canteros, joyeros, restauradores y tantos otros que podría nombrar".

Sea como fuere, los más de 19.000 visitantes que han llenado los estands de la sala Multiusos del Auditorio zaragozano demuestran que comparten la opinión de la asociación. Y lo han hecho desde el primer hasta el último día, pues desde la organización reconocen que se han quedado "sorprendidos" por el público que ha acudido este domingo, en la que ha sido la última jornada.

Los premios, una decisión difícil

En cuanto a la calidad de los productos y los estands presentados, Susana Martín se ha mostrado igualmente "satisfecha", opinión que por supuesto comparte la asociación organizadora. Sin embargo, también ha querido incidir en la dificultad que supone "conceder los premios", ya que, en las 16 propuestas de esta edición, se presentaron estilos de todo tipo.

Pese a ello, el jurado de esta entrega fue bastante unánime al conceder sus galardones, los cuales se dieron a conocer el pasado viernes. La ganadora del premio al mejor estand fue Julia Pla Pellicer, con un puesto de aires orientales en el que vende sus piezas de artesanía de inspiración mudéjar. El premio a la mejor pieza artesana fue para 'Mian Ju', del ceramista Néstor Pablo, de Cerámica Saediles, mientras que el segundo premio fue para Mari Luz Icart, artesana responsable de la creación de 'Gatsby', un chaleco hecho a medida para un establecimiento hostelero.

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